“Por decisión expresa del concejal presidente, Mauricio Valiente, que ha querido que el pregón fuera a cargo de un representante vecinal, sin duda, gesto elocuente del deseo de cambio hacia una Democracia más directa, tengo el honor de dirigirme a todos vosotros, presentes y ausentes, en nombre de las asociaciones, colectivos y equipo de Gobierno. Este un pregón colectivo”. De esta manera tan poco habitual Gloria Cavanna, ex presidenta de la asociación vecinal Valle-Inclán de Prosperidad, iniciaba el acto de apertura de las fiestas del distrito de Chamartín 2015 en el auditorio del Parque de Berlín. La Junta Municipal, en vez de recurrir a un personaje famoso ligado de alguna u otra manera al distrito para abrir los festejos, optó en esta ocasión por una persona que, de manera discreta pero constante, se ha dejado la piel por su barrio. Cavanna lleva más de treinta años luchando por mejorar las condiciones de vida de sus vecinos y vecinas a través de la asociación vecinal de su barrio, Prosperidad.
De esta manera, la nueva corporación municipal reconocía su labor y por extensión la del movimiento ciudadano, un gesto que ha sido muy bien valorado por la entidad vecinal concernida.
Cavanna aludió en su intervención a la actual crisis de los refugiados, poniendo en valor la solidaridad ciudadana frente a actitudes y políticas xenófobas. “La vida necesita celebrarse, y sabemos que todavía hay muchas personas que están sufriendo la desigualdad, la falta de trabajo digno, la violencia, especialmente de género y la homofobia, el riesgo de tener que abandonar sus casas y otras necesidades vitales.. Queremos hacer lo posible para poder celebrar que estas lacras vayan desapareciendo de nuestros barrios, de la ciudad de Madrid y según nuestras posibilidades, del mundo. Hay que celebrar la solidaridad ciudadana. Una vez más, estamos viendo como los ciudadanos están intentando obligar a las instituciones y estados a que se impliquen responsablemente, ante el espectáculo inaceptable de las personas que se ven forzadas a dejar sus tierras, familias y casas para sobrevivir, a costa de la propia vida”, sostuvo en un pregón que se convirtió en un canto a la paz y a la esperanza. “Quizá, la alegría de poder experimentar que las fiestas son parte de la vida y son posibles, nos lleven a cambiar de actitudes, a ser capaces de disfrutar compartiendo, construyendo, acogiendo, manteniendo viva la memoria colectiva, creando espacios que preserven nuestras tradiciones identitarias, manifestándolas en las plazas públicas, en los locales vacíos o infrautilizados…”
Queremos recuperar ese monolito de “Aquí yace la guerra” en la plaza de Prosperidad, como símbolo de la Paz que día a día se construye desde la justicia, desde la convivencia. Para ello no es suficiente con participar: la salud, la cultura, la educación, ha de ser asequible para todos, posibilitada y estimulada desde el seno familiar e institucional”, afirmó.
En su discurso, la representante vecinal también reclamó una mayor implicación de la ciudadanía en los asuntos públicos, a la par que instaba a la nueva corporación municipal a no defraudar las esperanzas puestas en ella: “¡Aprovechemos el capital humano del que disponemos, saquemos lo mejor de cada uno de nosotros!. Conscientes que el querer ha de traducirse en hechos, nuestra participación activa, informada y crítica es imprescindible”.
“Celebremos también -continuó-, que la ciudadanía ha querido un Ayuntamiento que cuente con los vecinos, con nuestras ideas, esfuerzos, colaboraciones y, sobre todo, que no defraude la esperanza de que estamos en camino, paso a paso, del que no hay vuelta atrás… Que cada uno de nosotros, como cada globo que aparece en el cártel [de las fiestas], es un ‘tú’ para que juntos alcemos el vuelo cada vez más alto y podamos celebrar la vida todos los días y en los momentos especiales de las Fiestas”.
Cavanna cerró su alocución con un cita del escritor portugués Saramago: ‘Si el mundo alguna vez consigue ser mejor, solo habrá sido por nosotros y con nosotros.’