La llegada de la ultraderecha al poder está comportando el peligro de que se aparquen valores sociales esenciales de protección social y además, se abracen postulados racistas, machistas, misóginos, xenófobos y homófobos con la máxima naturalidad. Ante esta situación, la CEAV pide a todos los partidos políticos que combatan con todos los medios que tengan a su alcance los discursos de odio que la ultraderecha pretende instalar en las instituciones y les recuerda que es una labor de los demócratas detener esa perniciosa construcción intolerante de la sociedad.
Defendemos que nuestras ciudades, pueblos, barrios y calles sean lugares de encuentro y solidaridad, con vecindarios plurales y heterogéneos, donde se asuma y se integre la diferencia sin cuestionamientos ni recelos. Y que el respeto se extienda a todas las personas ya que nadie puede ni debe sufrir discriminación por razón de raza, origen u orientación sexual.
Proclamamos que la Igualdad es un derecho irrenunciable e imprescindible y que hay que agilizar la consecución de derechos a los colectivos más desfavorecidos. Que frente al machismo que mata no puede haber excusas ni trabas. Que hay que acabar con el patriarcado, la lacra que arruina familias, barrios y municipios enteros.
Denunciamos, en la misma línea que la Red Estatal de Mujeres Vecinales que forma parte de la CEAV, aquellos pactos que niegan la violencia machista y los derechos de las mujeres y que pretender derogar leyes que reconocen derechos y protección de este colectivo.
Exigimos poder habitar barrios dignos, seguros, sostenibles y saludables, con servicios y equipamientos públicos suficientes y adecuados. Empujaremos para que todos los gobiernos impulsen medidas concretas y urgentes para conseguirlos.
Rechazamos cualquier posicionamiento partidista que proponga políticas que restrinjan derechos democráticos, que obstaculicen los derechos de igualdad, que sean insolidarias con la población vulnerable o que sean discriminatorias contra de los logros y derechos sociales conquistados con gran esfuerzo durante muchos años.
Invitamos desde las confederaciones, federaciones y asociaciones vecinales a los partidos políticos con representación institucional y a la ciudadanía en general a defender las libertades y a consolidar los derechos humanos frente a los que los desprecian, minimizan o entorpecen con sus actos y proclamas.
Apoyaremos postulados democráticos y equitativos, dialogando y cooperando con las Administraciones Públicas, entidades sindicales, de consumidores/as y colectivos cívicos que propugnen acciones sociales solidarias, feministas, ecologistas, integradoras e igualitarias.
Finalmente, hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos y ciudadanas de este país para que acudan a los colegios electorales el próximo 23 de julio, ejerzan su derecho a votar y conviertan la cita con las urnas, una vez más, en un ejemplo de participación cívica y democrática.