Así, tal y como el Consistorio ha hecho público en una nota posterior al encuentro, en el mes de junio se pondrá en marcha en la planta de las Dehesas “un sistema de valorización energética del biogás generado en celdas selladas del vertedero de cola de estas instalaciones”, con dos objetivos básicos: “primero, captar con mejor eficacia el biogás que se genera en esas celdas y evitar que ascienda a la atmósfera, produciendo malos olores y efecto invernadero; segundo aprovechar su poder calorífico y transformarlo en energía eléctrica que se usará para autoconsumo y cuyo excedente será vertido en la red”. Además, en la misma planta “está en rodaje el refuerzo del proceso de maduración del compost”. “Alargando el proceso de 28 a 36 días se reduce la tasa de generación de olor de las 400uOE/m
Los representantes vecinales han recibido de manera muy positiva estas novedades. Según Enrique Villalobos, presidente de la FRAVM y gran conocedor de la problemática, “la actitud del Ayuntamiento es hoy muy diferente a la de épocas pasadas; por fin nos ha aportado información y medidas concretas para empezar a trabajar contra los malos olores en el corto, medio y largo plazo. Y aunque sabemos que las medidas del corto plazo son de bajo impacto y no sirven para resolver el problema, ayudarán a mitigarlo”. Y, lo que es más importante, el Consistorio ha reconocido “que el complejo de Valdemingómez no está pensado para no afectar a los vecinos sino para obtener beneficios, algo que parece estar dispuesto a cambiar”, indica. Si se avanza en este sentido, “estamos ante un paso muy importante”.
Los técnicos de Medio Ambiente también anunciaron en el encuentro que durante los próximos meses y a través el plan de Inversiones Financieramente Sostenibles para 2016, se realizarán dos actuaciones que se consideran urgentes en el objetivo de mitigar el impacto odorífero. Por una parte, se destinarán 2.400.000 euros a la instalación de un sistema de desulfuración del biogás general en las plantas de Biometanización de La Paloma y las Dehesas. Este biogás tiene concentraciones de ácido sulfídrico que supera los valores de 3.500 p.p.m. y dificultan el proceso en la Planta de Tratamiento de Biogás, ocasionando, entre otros efectos nocivos, malos olores. La puesta en marcha del proyecto, que contempla dos unidades de desulfuración, será a finales de este año o principios del 2017. Siempre según previsiones del Consistorio, en esas fechas también estará en ejecución otro proyecto al que se destina una partida de 600.000 euros: la instalación de un sistema de tratamiento y depuración en la nave de afino de la planta de compostaje del centro de tratamiento de La Paloma.
Por otra parte, tanto el Área de Medio Ambiente como la asociación vecinal del barrio más afectado por Valdemingómez y la FRAVM, consideran necesario establecer un plan integral para mitigar el impacto odorífero del parque tecnológico. En dicho plan se incluirán medidas relativas al régimen de funcionamiento de los sistemas de tratamiento de los residuos y a las inversiones en sistemas de tratamiento de olores, que mitiguen su impacto, hasta alcanzar niveles aceptables, en poblaciones cercanas.
Por último, recordemos que actualmente se están terminando dos estudios que aportarán datos y propuestas que se añadirán al resto de las investigaciones y planes de actuación establecidas en el convenio que las asociaciones vecinales han firmado con el Ayuntamiento: un estudio sobre la “Estrategia para mejorar la calidad ambiental de los desarrollos urbanísticos actuales y futuros próximos a potenciales fuentes emisoras de malos olores”, que estará terminado previsiblemente en julio de este año. El documento, además de establecer un diagnóstico sobre el impacto real de los diferentes focos de emisión del Parque Tecnológico Valdemingómez, establecerá medidas para reducirlo. El segundo estudio analiza los focos de emisión de olores, e incluye un inventario, diagnóstico y propuesta de medidas correctoras de las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos de la ciudad.