En el pasado pleno celebrado el jueves 19 de febrero se aprobó de manera unánime la moción para la reubicación de la subestación eléctrica que actualmente se construye en el barrio del hospital de Valdemoro, cerca de colegios y viviendas. La Asociación de Vecinos UDE Valdemoro (AVUDEV) recibió esta noticia con cierto optimismo aunque rápidamente ha comprobado que se trata de una medida vacía y sin contenido ya que no se han plasmado en ningún momento que acciones se van a tomar para la reubicación acordada.
Una vez más AVUDEV convocó al Gobierno municipal y a todas las fuerzas políticas a una reunión para establecer una hoja de ruta a partir de la moción aprobada. En esta reunión mantenida ayer, la teniente de alcalde, Isabel Martín, leyó una carta certificada que, firmada por el regidor, le ha enviado tanto a Antonio Mendívil, representante de Iberdrola, como al director general de Industria. “Simplemente consiste en darle traslado de la moción aprobada en el pleno, pero no se insta ni se solicita la paralización de las obras” indicó. El concejal de Urbanismo, Javier Hernández, insistió en que no pueden paralizar una obra con los permisos en regla ‘so pena que lo diga un juez’. Añadiendo que cree que, dado el estado de las obras, “Iberdrola no la va a cambiar aunque se pague”. Margarita Peña, Portavoz del PSOE, manifestó que “lo urgente es convocar una reunión, llegar a un acuerdo y que la paralización sea inmediata”. IU ha sugerido que “si hay problema de liquidez en el Ayuntamiento pueden buscarse otras compensaciones (permutas y demás) y ha añadido que en el futuro la gestión debe ser mejor para que las obras no salgan por más dinero del que debe”. La teniente de Alcalde y el concejal de Urbanismo se comprometieron a llamar a Antonio Mendívil y reunirse con él para comenzar la negociación.
Mientras tanto, el director de Industria, presente en varias de las reuniones mantenidas hasta el momento y en el cual se depositaba la responsabilidad de dirimir en esta situación manifestó que no convocará más reuniones y que deja en manos del Ayuntamiento e Iberdrola la negociación para la reubicación de la subestación eléctrica.