Estaban aquellos y aquellas que, a finales de los 60, pusieron en marcha las primeras asociaciones vecinales, cuando las luchas se centraban en conseguir lo más básico: agua, alcantarillado, vivienda, pan. Y por supuesto, democracia, libertad. Aquellos y aquellas que vieron nacer la democracia, y con ella, y sobretodo con la llegada de los partidos de izquierda a muchos ayuntamientos y al Gobierno, un cierto declive del movimiento vecinal, que pronto se recuperaría. Estaban las gentes que llevan décadas dejándose la piel por el vecindario de sus barrios, de sus pueblos, de una buena parte de los distritos de la capital y de muchos de los municipios de la región. Y también aquellos y aquellas que nacieron cuando el movimiento ya había dado sus primeros pasos y que representan, hoy en día, su renovación. Sin duda, la FRAVM cumplió con éxito su objetivo de abrir un espacio de “encuentro intergeneracional” del movimiento ciudadano. Pero las asociaciones de vecinos no estuvieron solas en el Ateneo: con ellas se mezclaron miembros de colectivos sindicales, sociales y políticos que las han acompañado en estos 40 años de andadura. Desde Ecologistas en Acción a CCOO y UGT hasta la Unión de Radios Libres y Comunitarias, pasando por la FAPA Giner de los Ríos, Hetaira, la Unión de Cooperativas o la Asamblea Feminista de Madrid. Tampoco faltaron representantes del Ayuntamiento de Madrid y de los grupos parlamentarios de IU y el PSOE de la Comunidad de Madrid.
Cuatro de los presidentes que ha tenido la FRAVM en sus más de 30 años de andadura abrieron el acto. Julián Rebollo (1975-1979), Prisciliano Castro (1987-2004) y Francisco Caño (2004-2007), a través de unos discursos nada complacientes y muy críticos con las actuales administraciones en sus derivas antidemocráticas y liberalizadoras, alentaron a las nuevas generaciones a seguir peleando por dignificar a la ciudadanía y humanizar nuestros pueblos y ciudades. El actual presidente de la entidad vecinal, Nacho Murgui, por su parte, comenzó agradeciendo a sus predecesores todo lo que han dado y siguen dando por mantener vivas las asociaciones vecinales y reconociéndose en su línea de trabajo constante. “Algunos de los que no habíamos nacido aún cuando esto empezó a moverse, nos sentimos orgullosos y nos reconocemos en la historia y el patrimonio del movimiento ciudadano. Orgullosos de pertenecer a una lucha en la que no nos cuentan los avances, sino que los vemos, los vivimos, los hacemos”, afirmó Murgui, antes de hacer una encendida defensa de la “democracia de los de abajo”. “La democracia que transforma la sociedad desde lo cotidiano, la que desborda a menudo instituciones y previsiones, la que se expresa en asambleas, en concentraciones, en actos informativos, hasta en las fiestas del barrio. (…) Esa democracia que no se conforma con que los muchos deleguen en unos pocos, sino que se vive cuando los muchos asumen en sus propias manos los asuntos comunes”, sostuvo. En la misma línea, se alejó de aquellos que defienden “despolitizar” al movimiento vecinal. “Cuando alguien nos acusa de hacer política -continuó-, acierta de lleno, porque no hacemos otra cosa, y lo hacemos en su sentido más radical y genuino: el de ocuparnos de los asuntos de la polis, es decir, de los asuntos y del espacio común en el que convivimos. Una política apartidista, independiente, (…) NO de la que se vota cada cuatro años y luego se ve por televisión en manos de grandes figuras. Una política que se hace partiendo de las necesidades inmediatas colectivas y que camina pisando barro, no hacia el ejercicio del poder, sino hacia formas de democracia participativa y hacia la conquista de nuevos derechos ahí donde aparecen nuevas necesidades”.
Pero el presidente vecinal habló también y, sobretodo, de presente y futuro, trasladando algunas de las peleas y planes que atraviesan la actualidad de la federación vecinal. “En el horizonte más inmediato [tenemos] la elaboración del plan estratégico que definirá nuestro marco de actuación para los próximos años, un plan que está siendo elaborado a través de un largo proceso en el que están participando asociaciones, colectivos sociales diversos, etc….y que tiene uno de sus principales hitos en la celebración de un congreso vecinal en el mes de marzo”, anunció, antes de afirmar: “entre tanto, tenemos que seguir desarrollando la pelea en defensa de la sanidad pública (presentaremos en enero en un acto público el plan de trabajo que consta de movilizaciones en los barrios y en Madrid), también la pelea contra el calentamiento global, por la rehabilitación de las viviendas, contra la privatización del Canal de Isabel II, contra la contaminación ambiental, por el derecho a la ciudad, para que la crisis no sirva como coartada para recortar derechos y arrojar al mercado cada vez más aspectos de nuestras vidas,…”
Tras la apertura de los presidentes, se proyectó un video con entrevistas a dirigentes vecinales de las cuatro últimas décadas, que sirvió de base para una mesa redonda posterior sobre los retos actuales del movimiento ciudadano. En ella tomaron parte representantes de asociaciones vecinales de los comienzos del movimiento y de los barrios de nueva creación.
La jornada finalizó con una breve pero apasionada actuación del cantautor José María Alfaya y un coctail.
Audio de la jornada (Unión de Radios Comunitarias de Madrid)