El acto iba a tener lugar a las 17:30 en el exterior del edificio, que se encuentra en el número 72 de la calle Mayor, y mientras iba a tener lugar el pleno mensual de la junta. Los y las manifestantes iban a pedir a los partidos políticos con representación municipal que voten a favor de una proposición presentada por los colectivos vecinales, que aparece en el punto número 16 del orden del día de la sesión plenaria. Es la siguiente: “Instar al Alcalde de Madrid, D. José Luis Martínez-Almeida, a señalar en qué fecha tiene previsto cumplir su compromiso adquirido con todos los madrileños de ubicar en el edificio Municipal de la Calle Gobernador 39 / Paseo del Prado 30, el Centro de Salud y la Biblioteca Pública, como anunció públicamente en su campaña electoral el pasado año”.
Desde el mes de junio del año pasado, los colectivos ciudadanos han recogido más de 6.500 firmas de vecinos y vecinas e impulsado más de una veinte concentraciones ante el Centro de Salud de Alameda con el fin de apoyar a su personal sanitario en este difícil periodo de la Covid-19 y reclamar su traslado al inmueble que antiguamente albergaba la Casa de Socorro del barrio.
La Comunidad de Madrid, tras reconocer que la situación del equipamiento de la calle Alameda es insostenible, ya que se encuentra en un sótano que no tiene ni la ventilación, ni la accesibilidad, ni el espacio necesario para albergar un centro de salud digno, busca una parcela, a ser posible pública, para su traslado. Por ahora, el Ayuntamiento de Madrid no ha ofrecido ningún terreno del distrito Centro y las asociaciones vecinales temen que el equipamiento sea alojado en un espacio privado del distrito de Arganzuela. De producirse este cambio, las más de 22.000 personas de los barrios de Embajadores y Letras adscritas al equipamiento de la calle Alameda estarían obligadas a desplazarse fuera de su zona para recibir Atención Primaria. De ellas, el 14% son mayores de 65 años y el 8% menores de 14 años.
Ante esta perspectiva, las agrupaciones vecinales insisten en algo tan lógico como aprovechar parte del enorme inmueble municipal de la calle Gobernador para abrir el moderno centro de salud que la zona necesita, que podía complementarse perfectamente con la actividad de una biblioteca pública, un equipamiento también muy demandando en el barrio de Las Letras, que a pesar de lucir este nombre no tiene ninguna.