Sólo dos años después de su puesta en funcionamiento, en octubre de 2005, la Biblioteca Municipal La Chata, ubicada en el antiguo mercado de Carabanchel, cierra parcialmente sus instalaciones por el inicio de unas obras de acondicionamiento de la cubierta exterior del edificio que, en palabras de los portavoces de la A.V. Carabanchel Alto, “en lugar de ser acondicionada en su día, mantuvieron materiales viejos e incluso ilegales”.
Como consecuencia del cierre parcial de la biblioteca, el servicio de préstamo de libros y material audiovisual, el servicio de internet y la consulta de revistas han quedado suspendidos indefinidamente.
Paralelamente, los vecinos de Carabanchel Alto, que durante más dos años han luchado por la reapertura de la biblioteca de la Casa de la Cultura García Lorca que el Ayuntamiento de Madrid clausuró en abril de 2005, se han encontrado a la vuelta del verano con que la sala de lectura situada en dicho centro se ha convertido en un gimnasio. Con esta medida, denuncian “han desaparecido los 3.000 volúmenes que la Comunidad de Madrid, por compromiso personal de Esperanza Aguirre, había donado, tras incumplir su promesa de mantener abierta la biblioteca con personal de la Comunidad”.
Los representantes de la entidad vecinal señalan asimismo que la biblioteca regional que la Comunidad de Madrid está construyendo en un solar de Carabanchel Alto debería estar ya en funcionamiento, “ya que se trataba de una obra incluida en el programa electoral con el que el Partido Popular concurrió a las elecciones regionales de 2003”. Todo ello, concluyen, “muestra la improvisación y falta de interés con que las administraciones madrileñas afrontan la cultura en los barrios de trabajadores”.