En octubre de 2004, José Bono y Esperanza Aguirre, en nombre del ministerio de Defensa y de la Comunidad de Madrid respectivamente, firmaron un convenio por el que el ministerio cedía 500 camas del hospital militar Gómez Ulla para uso civil. La medida daba respuesta, en parte, a una histórica reivindicación de las Coordinadoras de Asociaciones de Vecinos de Latina y Carabanchel.
Más de un año después, sin embargo, las entidades vecinales denuncian que el centro no ha prestado servicio alguno a los vecinos de Latina y Carabanchel y denuncian que se han derivado casos de urgencias al hospital de referencia, el Clínico, que presta servicio a más de 650.000 personas, casi tres veces por encima de lo establecido por el Ley General de Sanidad.
Por todo ello y, cuando está a punto de expirar el plazo de cumplimiento del convenio de cesión y conocedoras del hecho de que el Gobierno central y autonómico han iniciado negociaciones para hablar del futuro del centro hospitalario, la Coordinadora de Carabanchel vuelve a convocar una manifestación para exigir la conversión del Gómez Ulla en hospital público de referencia para dos de los distritos más poblados de la capital.
La manifestación se produce apenas dos meses después de que más de 3.000 vecinos de Latina salieran a la calle para denunciar la saturación del Clínico y reclamar, como posibles soluciones, la construcción de un hospital en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel o la cesión del Gómez Ulla a la red sanitaria pública como hospital de referencia.