Allá donde surgía una lucha social en Aluche y en Latina estaba Arantxa Alonso, con su vitalidad a prueba de bombas, con su empuje constante, siempre en primera línea. Por eso no podemos hablar de la historia reciente del movimiento ciudadano del oeste de la capital sin hablar de ella. Sus huellas están en muchos rincones: en la batalla por la construcción de un hospital en los terrenos de la cárcel de Carabanchel, en la apertura del centro de salud Maqueda y de la biblioteca aneja, en el mantenimiento de las fiestas populares de Aluche… “Participó en todas las movilizaciones del barrio, aportando siempre su vitalidad y optimismo”, recuerdan desde la AVA, asociación de la que formó parte en los últimos 20 años, muchos de ellos como presidenta. De hecho, solo dejó la directiva de la entidad cuando, hace unos tres años, le fue descubierto el tumor que ayer acabaría con su vida. Pero incluso desde entonces hasta hoy, “cuando le dejaban las fuerzas”, Arantxa participaba en las actividades de la asociación vecinal.
Técnico de Hacienda y militante de CCOO y de Izquierda Unida, Arantxa nos ha dejado a sus 50 años. Desde la FRAVM, queremos trasladar al barrio todo el reconocimiento del movimiento vecinal madrileño y a su compañero, familia, amigos y compañeros todo nuestro cariño y solidaridad.
Que la tierra te sea leve, compañera.