La incineradora de Valdemingómez continúa expulsando a la atmósfera sus gases tóxicos, contaminando a las poblaciones del entorno, sin un contrato de explotación que lo avale y sin un plan concreto de cierre. La empresa Urbaser finalizó su contrato el 4 de junio de 2020, y desde entonces gestiona la planta de manera tan provisional como irregular.
En este tiempo los grupos vecinales y ecologistas han solicitado al Ayuntamiento en reiteradas ocasiones que ponga fin a esta situación, publicando un nuevo contrato que debería incluir medidas que garanticen el proceso de cierre definitivo de la instalación. El anterior equipo de Gobierno municipal se comprometió a clausurarla en 2025, una fecha que se ha convertido en una demanda esencial para los colectivos ciudadanos.
En este marco, la FRAVM, Ecologistas en Acción y GRAMA invitan a la población a sumarse a la manifestación que tendrá lugar el 30 de enero, una marcha de 9 kilómetros sin dificultad alguna que llegará hasta la propia incineradora. La protesta finalizará en el Metro de Las Suertes.
Las organizaciones convocantes recomiendan llevar, además de mascarilla, calzado cómodo y cerrado, agua y ropa acorde a la meteorología de la jornada.