Situado en pleno Centro de la capital, el Parque de La Cornisa es una de las pocas zonas del barrio de La Latina donde los vecinos y vecinas podían encontrarse para hacer vida de barrio, y donde los más pequeños podían jugar sin peligro de coches. Un oasis que, sin embargo, lleva un año inhabilitado por unas obras de remodelación que no se acaban nunca y que han dejado el parque en peores condiciones de las que estaba.
Tal y como denuncia la Asociación Vecinal Las Cavas-La Latina, la zona verde se encuentra actualmente en estado de abandono total, algo motivado por una intervención parcial para “mejorar el drenaje” que ha provocado su desmantelamiento.
“A día de hoy sólo sabemos, por una propuesta que llevamos al pleno del Distrito Centro y que apoyaron todos los partidos políticos, que hay prevista una partida en el proyecto de Presupuestos Municipales de 2024 que de aprobarse permitiría su acabado y el uso del mismo, pero pese a esto no sabemos plazos de inicio y fin, ni lo que el Ayuntamiento tiene previsto hacer”, indica Saturnino Vera, presidente de la entidad vecinal. Lamentablemente la Junta de Distrito, “que nos tenía prometida nuestra participación en el proceso, no nos ha recibido aún para este tema”, se queja el representante vecinal. 
Por estos motivos su asociación, el colectivo Vecinas Corniseras y otros grupos de la zona se vuelven a movilizar este fin de semana para reclamar el parque en condiciones de uso ¡ya!, sin más demoras, pues el vecindario lleva demasiado tiempo esperando la reapertura de un lugar tan importante para su vida cotidiana. Así, han convocado dos concentraciones en el propio parque. La primera tendrá lugar el viernes 24 de noviembre a las 17:00, a la salida de los niños y niñas de sus colegios. La segunda será el domingo 26 de noviembre a las 12:00. Durante estos dos actos de protesta sus promotores organizarán diferentes actividades para peques y mayores. El Parque de La Cornisa, que estuvo amenazado en su día por el llamado “miniVaticano”, un proyecto urbanístico del arzobispado de Madrid, se encuentra entre las calles Jerte y del Rosario, en la espalda de la basílica de San Francisco El Grande.
“La vecindad deseamos y necesitamos que el parque vuelva a ser un entorno habitable donde refugiarnos del calor en verano, donde pasar tiempo con los nuestros y donde poder volver a hacer barrio. Por eso proponemos que se cumplan los compromisos y que se termine la reforma a la mayor brevedad, contando con nuestra opinión como usuarios”, sostienen los colectivos de la protesta del fin de semana.
