El Ayuntamiento de Madrid inauguró el pasado 30 de mayo la nueva línea de Bus Rapid que une los barrios hortalinos de Valdebebas y Sanchinarro con su hospital de referencia, el Ramón y Cajal. Lamentablemente, pese a las advertencias de la asociación vecinal de este último lugar, desde entonces no han cesado “los problemas de contaminación, atascos y cuellos de botella”, que se unen a las molestias provocadas por los “rebajes de aceras, arreglo de parterres, reposición de árboles, obras, etc.”
Por otro lado, “se nos prometió una reunión con el Sr. Alcalde Martínez Almeida y nos la han denegado. Por todo ello continuamos con la reivindicación y trabajando cada día recogiendo las incidencias y los problemas que esta línea nos acarrea”, indica la Asociación Vecinal de Sanchinarro, que ante esta situación ha convocado para esta tarde una nueva concentración de protesta, la tercera. Como los dos anteriores, el acto, bajo el lema “Salvemos Sanchinarro. Por la revisión y replanteamiento del Bus Rapid de Sanchinarro” comenzará a las 18:30 en el cruce de las calles Ana de Austria con Príncipe Carlos, frente al centro de salud del barrio. En su transcurso, además de leer un comunicado, la entidad continuará su recogida de firmas en papel, que se unirán a los casi 2.000 apoyos recabados en el portal Change.org
El vecindario teme que el Bus Rapid, que ha supuesto la reducción de carriles de circulación y plazas de aparcamiento, incremente los habituales atascos en el barrio, y por consiguiente los niveles de contaminación atmosférica y acústica.
Con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que ha facilitado contactos y reuniones con responsables del Consistorio para tratar de que modificasen ciertos aspectos del proyecto, el colectivo barrial continúa su batalla para que “la consolidación de la línea se haga de la mejor forma para sus vecinos y vecinas”.