En un escrito que acaban de hacer público, la Plataforma de Caño Roto, junto a la Asociación Vecinal La Fraternidad de los Cármenes, la Asociación Nazaret y la Asociación Monitores de Apoyo Social a la Infancia reclaman no solo el mantenimiento de la segunda línea del República de Uruguay sino también que “sea reforzado el esfuerzo de la comunidad educativa tanto en el proyecto de Educación Infantil, como en las etapas siguientes, para que siga enseñando a nuestra infancia y dando vida al barrio”.
En su comunicado, la plataforma también pone en valor el importante papel que juega el colegio en la zona, gracias, en buena medida, a su proyecto educativo, “y especialmente el de Educación Infantil, que es innovador y está atrayendo a familias más allá del barrio”.
Además, insisten en que “no existe diferencia de matrículas con respecto a años anteriores para el mismo periodo y tradicionalmente se cubren las plazas en el periodo extraordinario y fuera de plazo”, por lo que no entienden la decisión de la Consejería, que ha alegado para el cierre de una de las dos clases de primero de Infantil el bajo número de solicitudes de matrícula.
Se han presentado 25 solicitudes para la segunda línea de tres años. “En realidad esto es lo que ocurre todos los años, y la DAT lo sabe, ya que el nuestro es un centro de difícil desempeño, que recibe mucha población flotante, y muchas familias se matriculan en la convocatoria de septiembre”, indica Marisa Zorro, portavoz de la AMPA. “Todos los años -continúa- no solo completamos las dos líneas sino que necesitamos incluso una tercera línea, algo que estamos comprobando en la mesa informativa que montamos cada día en la puerta del SAE (Servicio de Atención a la Escolarización). Nos vienen muchas familias que en su momento fueron derivadas a colegios concertados de la zona y que ahora no pueden sostener los gastos económicos que les suponen esos colegios y piden plaza en el Uruguay para cuatro, cinco o seis años; de tal forma que en estos momentos tenemos una gran lista de espera de familias que quisieran entrar en el colegio”, afirma la representante de la asociación, antes de concluir: “por desgracia, esto forma parte de un proyecto calculado, progresivo y muy rápido desmantelamiento de la educación pública, en favor de los colegios privados a los que entregan los conciertos”.
De hecho, pocos entienden la rigidez con la que se comporta la Consejería con algunos colegios públicos como el República de Uruguay mientras permite que centros privados concertados que se hayan junto a los primeros funcionen con clases de tan solo 15 alumnos.
En estos momentos, la AMPA, que ya ha conseguido 3.000 firmas en una petición abierta en Change.org, así como el apoyo expreso del pleno de la Junta Municipal de Latina, redobla sus esfuerzos para conseguir ampliar el número de solicitudes de inscripción al centro antes del próximo 30 de junio.