“Es un orgullo decir de dónde somos porque este barrio es un ejemplo de cooperación y tolerancia, y no estamos dispuestos a tolerar la violencia y el asesinato en nuestras calles”, indica la entidad vecinal del popular barrio de Puente de Vallecas.
En su escrito, el colectivo vecinal, uno de los más antiguos de la región, rechaza la estigmatización del barrio como “una zona conflictiva y violenta” y alerta ante las voces que buscan “enfrentar al barrio y dividirlo buscando el crecimiento de actitudes xenófobas”.
Esta tarde, varios representantes de la asociación y de otras asociaciones vecinales del distrito, así como de la FRAVM, mantendrán una reunión en la Junta Municipal de Puente de Vallecas con su concejal presidente, Paco Pérez, así como con diversos mandos de las policías Nacional y Municipal para abordar los problemas de seguridad en el distrito.
Este es el comunicado íntegro de la entidad vecinal:
Comunicado de la Asociación Vecinal de El Pozo del Tío Raimundo
Desde la Asociación Vecinal de el Pozo del Tío Raimundo queremos apoyar en el dolor y la pena que siente la familia que ha perdido a un ser querido en una discusión en la calle, en nuestras calles.
Las calles en las que nos hemos criado, en las que nuestras familias han criado a sus hijos y sus nietos en la convivencia, en la igualdad, en la paz, donde todos los vecinos somos capaces de ayudarnos y respetarnos, tengamos más o menos diferencias.
Es un orgullo decir de dónde somos porque este barrio es un ejemplo de cooperación y tolerancia, y no estamos dispuestos a tolerar la violencia y el asesinato en nuestras calles.
Los hechos sucedidos en la tarde del pasado domingo no son el ejemplo de lo que las familias del barrio conforman.
No estamos dispuestos a tolerar que se hable de nuestro barrio como una zona conflictiva y violenta porque no es cierto.
La lucha de los vecinos de El Pozo del Tío Raimundo por la dignidad y la calidad de vida es de todos y todas las vecinas sin distinciones culturales o étnicas y nadie tiene derecho a enfrentar al barrio y dividirlo buscando el crecimiento de actitudes xenófobas.
Lo que no vamos a tolerar es que nos hagan vivir con miedo, que condicionen y enfrenten a todo un barrio y por supuesto que maten a nuestros vecinos a la puerta de sus casas.
El activismo social del barrio parece dormido, no es momento de parar sino de volver a sacar al barrio pacíficamente a pedir sus derecho, cuando ” la cosa funciona” nos dejamos llevar por la inercia y la zona de confort pero los hechos ocurridos no son nuevos y están latentes desde hace demasiado tiempo y ese letargo lo están aprovechando los partidos de extrema derecha y la movimientos fascistas hacen suya la lucha callejera con su enfoque racista. En el Pozo no somos racistas pero estamos cansados de las leyes no escritas que nos imponen algunas familias violentas a las que dejamos hacerse fuertes y campar a sus anchas. En movimiento vecinal debe ser nuestro, de la izq trabajadora cansada pero en pie. Movimiento Pacífico pero movimiento.