Un centro que será gestionado por la empresa holandesa Kadans, cuyo principal accionista es la gestora de inversiones del Grupo AXA.
Sorprende que el proyecto se esté desarrollando cuando la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, responsable de la tramitación del expediente de incoación como Bien de Interés Cultural (BIC), todavía no ha respondido –cuando menos- a las alegaciones presentadas para mejorarlo por los integrantes de la Plataforma Liebre por Gato (la FRAVM, el Club de Debates Urbanos, la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, o la propia Fundación Alejandro de la Sota, entre otros), y que –por tanto- puede sufrir modificaciones respecto a su redacción actual que afectarían al proyecto desarrollado por Kadans.
Y extraña que la licencia de obras municipal ya esté “en tramitación”, cuando la propia Kadans señala que tiene que respetar las indicaciones que marque el futuro BIC, que todavía no son conocidas; mostrando una aparente connivencia del Ayuntamiento de Madrid, propietario del edificio, con su concesionario, que lo explotará durante 75 años a cambio de un 1,3% de su facturación. De hecho, se anticipa que las obras proyectadas arrancarán en el tercer trimestre de este año y estarán acabadas a finales de 2026, y que Kadans va a empezar a comercializar ya sus espacios, previstos para albergar hasta 30 inquilinos, con la creación de un espacio piloto que podría estar para finales de este año.
La declaración definitiva como BIC es fundamental para que el proyecto planteado se realice de acuerdo con los valores del inmueble y su entorno de protección, que igualmente podría afectar a la residencia de estudiantes y otros edificios que Metrovacesa va a levantar en las inmediaciones.