Un centenar de personas se dieron cita el pasado 15 de enero en el local de la AV Asociación de Vecinos Valle Inclán de Prosperidad en representación de 26 asociaciones vecinales. Acudían a un acto convocado por la Federación de Asociaciones de Vecinos (FRAVM) para dar a conocer el fruto de una trabajo colectivo: un mapa de necesidades y reivindicaciones sanitarias realizado de forma colectiva por las asociaciones vecinales para concretar las consecuencias de la privatización de la sanidad pública que está llevando a cabo el Gobierno regional. “La Comunidad de Madrid anuncia a bombo y platillo la construcción de nuevos hospitales dotados con las más modernas tecnologías. La financiación, con nuestros impuestos, de estos hospitales de propiedad privada ha dejado sumido en el abandono a los centros de salud y los centros de especialidades, que son los que más usan las vecinas y vecinos en su vida cotidiana. En total, en la Comunidad de Madrid, faltan, según las asociaciones de vecinos, un mínimo de 42 centros de salud y 20 centros de especialidades para cumplir con los ratios que recomienda la Ley General de Sanidad. Sólo en la capital faltan 28 centros de salud y 13 ambulatorios”, señaló Pepe Cabanillas, responsable de la comisión de Sanidad de la FRAVM“. “La saturación de algunos centros es alarmante: el de Aluche (Latina), por ejemplo, atiende a 40.000 personas cuando las autoridades sanitarias fijan máximos de 25.000. Otros, como el del barrio de Adelfas (Retiro) o el situado en la calle Doctor Tamames, en Coslada, están ubicados en barracones prefabricados. Tampoco los ambulatorios están en mejor situación: el de la avenida de Portugal (Latina) presta servicio a 250.000 vecinos de la zona; el de Getafe, por su parte, atiende a los más de 353.000 vecinos de los municipios de Getafe, Parla y Pinto, la población de referencia de un hospital”, añadió.
A las infraestructuras, las asociaciones de vecinos suman la urgente contratación de más profesionales. Casi un 90% de los médicos tienen más de 1.500 pacientes, frente al 59,35% que hay de media por comunidades autónomas. Los médicos tienen una media de 1.728 pacientes por médico frente a los 1.461,11 que hay de media a nivel nacional. “La presión asistencial de los médicos se traduce en esperas para nuestras vecinas y vecinos. Los que acuden al centro de la calle Cestona, en Usera, por ejemplo, llegan a esperar hasta 4 o 5 días para poder ver a su doctor. Desde la FRAVM pedimos, por tanto, la contratación de, al menos, 1.250 médicos de familia y 420 pediatras para poder garantizar una atención digna y el refuerzo del personal de administración y enfermería”.
Nacho Murgui, el presidente de la FRAVM, presentó el programa de movilizaciones de las asociaciones de vecinos para este año, conscientes de que la defensa de la sanidad pública es una carrera de fondo y de que, como subrayó Murgui, sólo la movilización ciudadana logrará “frenar una privatización que, como se ha demostrado en países como EE UU o Gran Bretaña, castiga a la gente con menos recursos y a los enfermos menos ”. A lo largo de los meses de enero y febrero, las asociaciones vecinales organizarán actos informativos en sus barrios “invitando, además, a sus vecinos, a que pongan reclamaciones por escrito y remitan una copia a las asociaciones al objeto de poder hacer un seguimiento de las quejas más frecuentes y completar la escasa información que aportan las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid”. “Después, la idea es dar forma a toda la fuerza acumulada organizando movilizaciones en todos los barrios con presencia del movimiento vecinal el día 17 de marzo y convocar una manifestación central y unitaria a principios de abril”. “Estas movilizaciones -apuntó- están completamente abiertas a la incorporación de otras organizaciones que luchan en defensa de la sanidad pública. En caso de que se convoquen otras, trataremos de compaginarlas para sumar nuestras fuerzas y no generar confusión en la ciudadanía. Otra ronda de actos informativos a lo largo de los meses de abril y mayo y de movilizaciones descentralizadas durante la primera semana de junio dará pie a una nueva movilización conjunta en una fecha por determinar a finales de junio. Las asociaciones estamos obligadas a dar cauce a la preocupación, el hartazgo y las reivindicaciones de nuestras vecinas y vecinos. Ese es uno de los objetivos principales de la FRAVM para este nuevo curso”.
Almudena García, de la comisión de Sanidad de la FRAVM, añadió: “tenemos que ser epidémicos. No va haber agua en Madrid que nos moje”, en alusión a las fuertes lluvias que castigaron a los asistentes a las últimas manifestaciones en defensa de la sanidad pública.