El Ayuntamiento de Madrid iba a convertir la última nave que quedaba por rehabilitar del antiguo cuartel militar de Daoiz y Velarde en un teatro infantil y en un centro cultural. Así figura, de hecho, en la página web Momentos de Madrid con el que Ana Botella vende su gestión al frente de la alcaldía de la capital.
Las obras de rehabilitación de la nave finalizaron hace varios años y costaron 12 millones de euros. Y eso que la joya de la corona del proyecto, el teatro infantil, no se ha construido. El Ayuntamiento confiaba su construcción y gestión a la iniciativa privada, pero ninguna empresa se interesó en el proyecto, probablemente por la millonaria inversión que su construcción requiere. Durante estos años, las puertas de la nave han estado cerradas a cal y canto y el espacio ha comenzado a deteriorarse (hay humedades, goteras…)
In extremis, dada la cercanía de las elecciones municipales, el delegado de Las Artes, Pedro del Corral, comunicó en la comisión informativa del área del pasado mes de enero que el Ayuntamiento cedía la gestión del equipamiento a la empresa municipal Madrid Destino.
El lunes 23 de febrero abrieron, por primera vez, la nave para acoger una exposición del artista Óscar Murillo en el marco de la celebración de ARCO. La Plataforma Ciudadana Los Cuarteles para el Barrio convocó una concentración de protesta que secundaron en torno a 80 vecinas y vecinos en la que denunciaron que el Ayuntamiento solo abre este equipamiento público financiado con el dinero de todos a quien pueda pagarlo, en este caso, a la Embajada de Colombia, que financia los gastos generados por el evento.
“La mascarada –apuntaron–tiene como objetivo vender la imagen de que`han hecho algo’, además de emplear 12 millones de euros en un equipamiento que a los vecinos nos ha costado años de lucha y nuestros impuestos, para que ahora se llene de polvo a la espera de que alguien pueda pagar por su uso”.
Asociaciones vecinales y colectivos del distrito de Retiro constituyeron la Plataforma Ciudadana Los Cuarteles para el Barrio recuperando el lema de la campaña ciudadana que los vecinos llevaron a cabo hace más de 20 años para reivindicar el uso cultural y deportivo de los cuarteles y que, tras numerosas manifestaciones y movilizaciones, logró en gran medida sus objetivos. Veinticinco años después, el teatro infantil y el centro cultural es el último fleco pendiente de esta histórica reivindicación vecinal. La Plataforma reclama la inmediata apertura del centro con gestión pública y municipal y la habilitación de canales de la participación ciudadana para participar la definición de su programación, reivindicaciones que figuran en una recogida de firmas online.