La marcha comenzará a las 12:00 y transcurrirá entre la sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, y el Ministerio de Sanidad, sito en el número 18 del Paseo del Prado de la capital.
La federación vecinal, que ha apoyado a la plataforma Marea de Residencias desde su creación, suscribe las razones y demandas que han dado vida a la convocatoria del sábado, y que están recogidas en el manifiesto que aparece a continuación. Entre estas destacan la reversión de las privatizaciones que se han producido en los últimos años en el ámbito de las residencias y de la sanidad públicas, la reclamación de unas condiciones dignas no solo para las y los usuarios sino para los trabajadores y trabajadoras de estos centros de mayores y una ley de residencias de ámbito estatal que regule adecuadamente el sector con el fin de proteger a nuestros mayores.
Manifiesto con motivo de la manifestación del 26 de septiembre de 2020
Los colectivos, asociaciones, sindicatos y personas en general, adheridas a este manifiesto, nos reafirmamos en lo siguiente:
Las Instituciones han de garantizar los derechos fundamentales de las personas, salvaguardando su intimidad, dignidad y teniendo en cuenta sus gustos y preferencias.
Las plazas públicas residenciales han de estar gestionadas por la Administración y éstas deben dirigir sus esfuerzos a garantizar una atención de calidad, poniendo en el centro a las personas. Del mismo modo esperamos una reversión de las políticas de privatización que han abocado irrevocablemente a nuestra denostada SANIDAD PÚBLICA a un colapso mortal, cobrándose demasiadas vidas humanas.
Las trabajadoras de las residencias han de tener unas condiciones laborales dignas, un horario adecuado al esfuerzo que realizan, una remuneración apropiada y acorde con el esencial servicio que prestan a la sociedad.
La proporcionalidad de trabajadoras versus residentes ha de ser suficiente y claramente explícita en todas las categorías y turnos, para que los tiempos de dedicación a cada residente garanticen la excelencia en la atención a las personas que precisan de cuidados.
Esas personas, cuya vida no fue precisamente fácil, se han visto abocadas en las residencias, durante todos estos años a vivir su vejez padeciendo día tras día la ausencia de empatía y la más absoluta indiferencia por parte de los gobiernos que, haciendo dejadez de sus funciones, dejan en manos privadas o mal gestionan, sometiendo a una mera cuenta de resultados, la última etapa de la vida de las personas mayores.
Este manifiesto se queda corto en estos momentos. La crisis ha puesto en evidencia todo lo anterior de una forma terriblemente cruel. Lo que en estos Centros veníamos denunciando sistemáticamente ha explotado ante la perversa inactividad de los distintos gobiernos, sumándose la negligente, inmoral, y en muchos casos “alegal” e improvisada gestión de los gobiernos autonómicos.
Hemos sido testigos mudos del deterioro progresivo que durante décadas han ido deteriorando la vida de las personas en las residencias de todo el territorio español.
¡Basta Ya! El genocidio sufrido por nuestros familiares, nuestros vecinos, amigos… La evidentísima vulneración de sus derechos fundamentales, la privación de libertad hasta unos límites inimaginables, el trato degradante y la falta de humanidad de nuestras instituciones, que otorgan a empresas privadas, con sus tristes protocolos, una potestad que no les corresponde decidiendo sobre las vidas, ha despertado a la sociedad de su letargo. La situación es tan grave que no seguiremos mudos por más tiempo. Hemos de expresar nuestra más absoluta indignación y rechazo alzando nuestras voces en un único grito.
¡Por justicia, responsabilidades!
¡Por dignidad, Derechos Humanos!
Por eso, nos adherimos a la Marea de Residencias y exigimos a los Gobiernos autonómicos un giro de 360º en sus políticas, que le impulse a ejercer, como es su obligación, de garante de los derechos de las personas más vulnerables.
Y exigimos al Gobierno central que se implique: ¡Ley de Residencias Ya!
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