Una iniciativa modesta que se une a otras muchas que desde hace días las asociaciones vecinales promueven junto a colectivos feministas locales con objeto de que el próximo 8 de Marzo suponga un punto de inflexión en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres. Acciones como pasacalles, manifestaciones de barrio, debates, asambleas informativas, asesorías jurídicas y sindicales, teatro, conciertos, talleres o caceroladas como las que tendrán lugar la noche anterior al Día Internacional de la Mujer. Durante esa jornada, se habilitarán “espacios de cuidados” de personas dependientes en algunos barrios para dar soporte a las mujeres en el paro doméstico y de cuidados.
“Tras diez años de crisis económica y social nuestros barrios son hoy día espacios de precariedad donde se expresa con gran crudeza la violencia de este sistema injusto sobre las mujeres. En nuestras calles todas conocemos abuelas con pensiones de miseria al cuidado de hijos y nietas, a madres que encadenan trabajos sin apenas cotizar y sin tiempo para dirigir sus propias vidas”, sostiene Silvia González, de la directiva de la FRAVM, que aporta otras razones para secundar el paro: “raro es el edificio en el que tras las paredes no se escucha alguna agresión machista, por no hablar de la inseguridad de muchos de nuestros espacios públicos. Por todo ello, esta huelga no plantea solo un cambio para las mujeres, no se piden solo acciones de empoderamiento, se pide un cambio en el sistema para que cambien nuestras condiciones de vida”, aclara.
Condiciones que están atravesadas por la brecha salarial, que en la Comunidad de Madrid alcanza el 25%. Es decir, las madrileñas cobran casi 6.000 euros menos al año que sus compañeros varones. La desigualdad es aún más grande entre las personas mayores: las mujeres perciben unas pensiones que son un 32% más bajas que las de los hombres. Son datos del último informe de CCOO sobre la situación socio-laboral de la mujer en nuestra comunidad, que se unen a otros igualmente demoledores. Así, seis de cada diez mujeres está en situación de desempleo y casi la mitad lleva un año sin trabajo. Por edades, la diferencia mayor se da en el segmento de 25 a 34 años, que coincide con buena parte de la etapa de vida fértil de las mujeres. En ese segmento, el desempleo afecta a 45.000 hombres (42%) y a 60.000 mujeres (58%).
Por otro lado, solo el 38% de los contratos indefinidos pertenecen a trabajadoras, que tienen el 60% de los temporales. Si hablamos de atención a las personas dependientes, las madres solicitan el 90,5% de las excedencias para el cuidado de hijos e hijas y las mujeres demandan el 85,5% de los permisos para cuidado de familiares. Solo un 2,16% de las solicitudes de permisos de paternidad/maternidad fueron solicitadas por hombres.
La Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV), que agrupa a unas 3.000 entidades, los asociaciones de la FRAVM entre ellas, ha realizado también un llamamiento a secundar la huelga del 8 de Marzo en toda España, como también ha hecho la Cumbre Social de Madrid, un espacio que la federación madrileña comparte con sindicatos y otras organizaciones sociales como la FAPA Giner de los Ríos.
Autocrítica
Pero, tal y como sostiene Silvia González, “es momento también de reflexión en nuestro propio ámbito, pues somos las mujeres las que, siendo motor de las asociaciones vecinales desde la transición, hemos sido desplazadas a un segundo plano en los puestos de representación, las que siempre nos hemos ocupado del trabajo de cuidar, mantener y pensar en el bienestar de nuestros convecinos y convecinas”. “Las mujeres que participamos en las asociaciones vecinales, y en otros movimientos sociales vivimos una triple jornada: la laboral, en el hogar y en el cuidado de los espacios vecinales”, subraya la representante vecinal, antes de concluir: “el 8 de Marzo de 2018 haremos historia: por ti, por mi y por todas mis compañeras”.
Foto: El Sol de la Conce