La protesta tendrá lugar desde las 18:30 en la calle de la Presa, epicentro de un conflicto que viene de muy lejos. Los primeros derribos de viviendas se produjeron en esta vía el pasado mes de noviembre.
Actualmente 35 familias se ven obligadas a vivir en establecimientos hoteleros porque o bien sus casas han sido derruidas o tienen expediente de derribo. No serán las únicas. “Es probable que a finales de esta semana o de la siguiente tengan que abandonar sus viviendas los vecinos de los número impares de la calle Pablo Olavide con un expediente de ruina debajo del brazo, el paso previo al expediente de demolición”, indica Eloy Rodríguez, portavoz de la plataforma.
En estos momentos, las 35 familias que han tenido que dejar ya sus casas mantienen un contacto regular con los responsables de la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, que al igual que la presidenta regional, esta última por carta, les han prometido que se harán cargo de sus viviendas y serán indemnizadas. “El problema es que todavía no han aterrizado en soluciones concretas, y estas familias están cansadas de oír solo buenas palabras. Además, ¿qué va a pasar con las más de 200 viviendas que están afectadas? La presidenta solo se ha dirigido a las 35 familias desalojadas, pero tienen que darnos una solución para todas”, subraya Eloy Rodríguez.
Con este mar de fondo, esta tarde las y los damnificados de la que ha sido calificada como “la chapuza más grande de la historia del transporte público en la Comunidad de Madrid” se manifestarán en la calle de la Presa para volver a pedir lo que llevan pidiendo desde hace más de diez años: la recuperación o reparación de sus viviendas, indemnizaciones adecuadas y una solución definitiva al problema.
La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que siempre ha estado del lado de las familias afectadas, aportando soporte y ayuda, apoya la concentración del miércoles.