El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares es el espacio natural protegido más antiguo y más grande de los 9 existentes en la Comunidad de Madrid. Esta “gran reserva natural”, como la califica la propia Comunidad de Madrid, forma parte de la Red Internacional de Reservas de la Biosfera. Sin embargo, a menos de 160 metros de ahí, el delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, planea construir una central para el trasvase continuo de todo tipo de residuos, también tóxicos, en el barrio madrileño de Montecarmelo. La entrada a este parque natural desde Montecarmelo está marcada junto con el aviso de “prohibido verter residuos”, algo que choca de lleno con el proyecto municipal del conocido como megacantón y base del SELUR, según denuncia la Asociación Vecinal de Montecarmelo. Esta denuncia la hace en el marco del Día Europeo de los Parques naturales y otros espacios verdes protegidos, que se celebra mañana viernes, 24 de mayo.
“El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, presumía esta misma semana de los programas de ‘renaturalización’ del Manzanares por parte del Ayuntamiento. Al mismo tiempo planea una central más grande que la Plaza Mayor de Madrid para el trasvase de basura -incluido amianto- a solo minuto y medio caminando del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares”, ha lamentado Charo del Campo, presidenta de la asociación. “No le basta con destrozar el corazón verde del barrio y poner en peligro el parque natural colindante, sino que arrebata directamente un entorno seguro y saludable a los 4.200 niños que van al colegio al lado”, ha añadido.
Está previsto que esta macroinstalación de 10.000m2 tenga una base para 80 camiones, maquinaria y basura – incluido amianto, un residuo altamente tóxico que deja partículas suspendidas en el aire y que, por tanto, podría llegar a lugares cercanos. Todo ello estaría a solo 63 metros de los colegios más cercanos y supondría la tala del bosque urbano que se encuentra en el corazón verde del barrio, con centenares de árboles adultos. Además, arrasaría con más de 500 ejemplares jóvenes de especies como el madroño, la encina o el pino, que han plantado los vecinos y vecinas en los últimos meses. Así tratan de revitalizar esta zona verde silvestre y concienciar al Gobierno de José Luis Martínez-Almeida para que traslade a zona industrial la central de camiones y basura que el delegado de Medio Ambiente, Urbanismo y Movilidad planea instalar en ese mismo lugar. Pero Borja Carabante insiste en esta ubicación, una parcela dotacional sobre plano. Lo hace en contra de la opinión mayoritaria del vecindario, a pesar de haberse comprometido por escrito antes de las pasadas elecciones municipales a consensuarlo con los vecinos.
“No hay por dónde cogerlo. Mientras el señor Carabante insiste en que la ubicación que él ha elegido en Montecarmelo es la ideal para llevar amianto y otros residuos, todos los argumentos hablan en contra: la cercanía a colegios, la cercanía a viviendas, el tráfico continuo de decenas de camiones en uno de los barrios con mayor tasa de población infantil de la capital, el destrozo del corazón verde del barrio… y todo a tiro de piedra del tesoro natural más antiguo de la Comunidad de Madrid: el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Menos mal que es el responsable de velar por el medio ambiente”, ha subrayado Del Campo.
La Asociación Vecinal de Montecarmelo y la Plataforma No al Cantón del barrio presentaron 14.000 firmas la semana pasada para solicitar, una vez más, la reubicación de la central para basura, camiones y maquinaria lejos de colegios y viviendas. Pedían también la creación de un parque con zona verde y de esparcimiento donde el Ayuntamiento proyecta la macroinstalación. En la práctica, es ya el corazón verde de Montecarmelo, junto al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Los vecinos y vecinas cuidan la zona invirtiendo tiempo y dinero de su propio bolsillo. Además de centenares de árboles plantados junto al pequeño bosque ya existente, han instalado mesas de picnic, porterías de fútbol e incluso la biblioteca comunitaria al aire libre Marea Amarilla, bautizada así en honor al nombre del movimiento ciudadano y sus chalecos amarillos, un movimiento que ha unido a todo el barrio de Montecarmelo contra la ubicación elegida por el Ayuntamiento para el megacantón y SELUR sin tener en cuenta a los vecinos.
Mientras tanto, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática espera el permiso para unas prospecciones arqueológicas en la zona donde el Ayuntamiento planea el megacantón con SELUR, también junto al cementerio de Fuencarral, por la probable fosa común de 451 brigadistas de la guerra civil. El Consistorio madrileño contrató una empresa de georradar que ya estuvo en la parcela hace más de un mes para realizar su propio estudio, con el que pretendía descartar la existencia de cuerpos humanos bajo tierra para empezar cuanto antes las obras de la central para basura y camiones. Por el momento, el Ayuntamiento no ha notificado el resultado de ese estudio, cuyo trabajo sobre el terreno finalizó el pasado 13 de abril. La Asociación Vecinal de Montecarmelo ha recordado a Carabante el compromiso que adquirió públicamente para compartir dicho informe con los vecinos y los medios de comunicación.