A medida que pasan los días y la situación en distritos y barrios como estos no solo no mejora sino que empeora fruto de la caótica gestión de la epidemia de la Comunidad de Madrid, el malestar de la población crece. De poco sirve que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, prometa invertir 80 millones de euros en tres años en Atención Primaria cuando mantiene desde hace más de cien días centros de salud, consultorios y servicios de urgencias cerrados. O establecimientos sin apenas recursos, como es el caso del Centro de Salud de Abrantes, en Carabanchel, que a pesar de atender a más de 30.000 personas carece de médicos desde hace ya cuatro largas semanas.
Por ello, la vecindad de Carabanchel volverá a concentrarse esta tarde a las 18:30 ante este equipamiento sanitario, que se encuentra en el número 55 de la avenida de Abrantes. Lo hará una semana después de que más de 200 personas se manifestaran a sus puertas, convocadas por la Asamblea Popular de Carabanchel, por el mismo motivo, es decir, demandar algo tan obvio como personal médico para un centro de salud.
Como sucedió la semana pasada, tanto el Consejo de Salud del distrito como la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Carabanchel han mostrado su apoyo a la convocatoria de esta tarde. No en vano, una de ellas, la Asociación Vecinal de la Colonia Diego Velázquez, que se encuentra muy cerca del centro de salud, ha solicitado una reunión urgente con Gerencia de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid para buscar una solución a la falta de médicos actual del centro y conocer los planes de cambio de ubicación del espacio sanitario.
“No entendemos como en plena crisis sanitaria nuestro centro de salud carece de médicos. Estos están realizando atenciones telefónicas desde otro centro, en Carabanchel Alto, y en el barrio no tenemos atención para enfermedades distintas al coronavirus”, sostiene Juan Carlos Hernández, portavoz de la citada asociación. “Esto es lo que nos faltaba. El centro de Abrantes lleva tocado muchos años: hay bajas y vacaciones que no se cubren, el espacio es pequeño y viejo, tiene más de 30 años. En realidad se usan las instalaciones de un antiguo instituto, por el que la Comunidad de Madrid debe pagar un alquiler altísimo cada año, mientras proyecta y construye un centro de verdad, un centro que se comprometió hace 17 años a construir”, recuerda Hernández.
En el marco del plan de inversiones 2016-2019, el Gobierno regional aprobó la construcción de los centros de salud de Comillas, Abrantes y Quince de Mayo, en Carabanchel Bajo, una actuación que calificó de “alta prioridad”. Desde entonces, hace ya cuatro largos años, la vecindad no ha visto aún una sola piedra de ninguno de ellos.