Se aplaza la concentración contra la contaminación de la fábrica Corrugados Getafe

El pasado 12 de septiembre, en un claro fallo de seguridad, la empresa siderúrgica Corrugados Getafe procesó por equivocación material radiactivo. Ante unas explicaciones muy poco convincentes de la compañía y las administraciones, las AMPA, asociaciones vecinales y medioambientales que forma parte de la Plataforma de Afectados por Corrugados Getafe había convocado una concentración para el jueves 19 de octubre que finalmente ha tenido que ser suspendida por la mala meteorología.

Se aplaza la concentración contra la contaminación de la fábrica Corrugados Getafe
Fábrica de Corrugados en Getafe

La FRAVM se había unido a una convocatoria que quiere llamar la atención sobre la peligrosidad de una planta que acumula decenas de irregularidades, incidentes y quejas.

Tal y como indica la plataforma, un mes después del incidente con radiación en Corrugados Getafe, “ni la Comunidad de Madrid, ni el Ayuntamiento de Getafe han podido mostrar un sólo documento que certifique que la población no está en riesgo y que la radiación está controlada. Ninguna administración ha podido probar qué día entró el material radiactivo a la fábrica, cuánto tiempo estuvo en la campa de chatarra, qué día se fundió y si se liberaron emisiones tras entrar al horno”.

“¿Cómo podemos confiar en que los arcos de seguridad no van a volver a fallar? ¿Puede que haya sucedido en más ocasiones y que se haya mantenido oculto como, parece, se iba a tapar en esta ocasión? ¿Por qué tenemos que confiar en meras palabras si nadie nos facilita los documentos que lo prueban? Sobre todo cuando ni siquiera fue Corrugados el que detectó el material radiactivo, sino una empresa externa” se plantean los colectivos de la localidad.

Este incidente, que ha podido exponer a la población a emisiones radiactivas, ha desbordado el vaso de la paciencia de la plataforma, un espacio que lleva años denunciando los reiterados incumplimientos de la legislación ambiental de la empresa y el peligro que esto supone en la salud de la vecindad. Según sus palabras, “Getafe ya ha sufrido todo lo que podía sufrir con Corrugados: explosiones de madrugada, olores insalubres, ruido de más de 70dB de noche, emisiones tóxicas sin filtrar y ahora radiación”. “Se acabó. Si esta plataforma no llega a investigar por su cuenta y a contrastar y desvelar el accidente radiactivo, nadie se hubiera enterado. La presión no hubiera existido y las decenas de trabajadores afectados no hubieran tenido la revisión médica que la fábrica ha anunciado en un comunicado al verse arrinconada por los hechos innegables”, asegura el colectivo getafense.

Con el fin de protestar contra la impunidad de la compañía y exigir una autorización ambiental más restrictiva, que proteja realmente a la población, la plataforma ha convocado la concentración del jueves. Estas demandas, junto a una mayor transparencia y una reducción de la contaminación atmosférica y acústica de la siderúrgica, las ha repetido en numerosas ocasiones, y son de sobra conocidas por las administraciones e instituciones como el Defensor del Pueblo, que ha pedido explicaciones al Ayuntamiento de Getafe y a la Comunidad de Madrid tras constatar incumplimientos importantes en emisiones contaminantes y ruidos. Los responsables tienen que pagar, de la fundición pero también de la Comunidad de Madrid. El deterioro de la salud de miles de personas durante 20 años no puede seguir saliendo gratis. Saldremos a la calle, acudiremos a los tribunales y llamaremos a todas las puertas que sean necesarias para que todo el que haya puesto en riesgo nuestra salud y la de los trabajadores pague”, amenaza la plataforma.

Recordemos que la polémica fundición es una planta construida en los años 60 del siglo pasado en el Polígono Industrial Los Ángeles que hoy se halla a 200 metros de viviendas, mercados y colegios de los barrios de Juan de la Cierva y Los Molinos, en pleno corazón de Getafe.

Nadie entiende cómo el Ayuntamiento y el Gobierno regional aprobaron construir estos dos desarrollos urbanísticos cuando sabían perfectamente que la actividad de Corrugados afectaba “considerablemente a la calidad de vida”. El caso es que lo permitieron y hoy la tercera industria más contaminante de la Comunidad Autónoma y la primera de Getafe continúa su producción de barras de acero corrugado, generando olores insalubres, ruidos que superan la normativa y emitiendo contaminantes peligrosos, como dioxinas y furanos, benceno, metales pesados y partículas.

Ya es hora de controlar con más eficiencia su actividad y proteger con mayor celo el medio ambiente y la salud de la población.

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