Una vez que se han conocido con detalle los hechos que motivaron su detención, resultan no solo completamente desproporcionadas sino ridículas tanto la acusación de “enaltecimiento del terrorismo” e “incitación al odio” como la medida de prisión preventiva y sin fianza a la que han sido sometidos los jóvenes, extremo que solo se aplica enlos delitos más graves. A estas alturas, pocos pueden dudar de que los mensajes relacionados con la violencia o el terrorismo que exhibieron en la representación de la obra La bruja y don Cristóbal el pasado viernes en el barrio de Tetuán formaban parte de su trama satírica y, por tanto, se circunscriben al ámbito de la ficción. Paradójicamente, la obra, que desde luego no debería de haberse representado ante un público infantil, usa precisamente estos mensajes para criticar con ironía a los poderes públicos que comenten abusos y atropellos contra los ciudadanos.
La detención de los artistas resulta aún más escandalosa si se tiene en cuenta que se produjo en el marco de la celebración del Carnaval, fiesta popular que lleva la sátira, la crítica, la burla y la subversión del orden establecido en su ADN. Y, en este contexto, el encarcelamiento de los titiriteros se puede entender como una acción que atenta contra la libertad de expresión.
Desde su nacimiento, hace más de 40 años, las asociaciones vecinales han reivindicado el carácter popular, irreverente y subversivo del Carnaval, promoviéndolo año tras año en sus barrios. 2016 no ha sido una excepción y en todos los distritos capitalinos y buena parte de pueblos de la Comunidad de Madrid las entidades ciudadanas se han volcado con éxito en la organización de los carnavales más participados de los últimos años. Las asociaciones vecinales del distrito de Tetuán, muy activas en la preparación y desarrollo de su carnaval, han asistido perplejas a una polémica que, de forma interesada, algunos políticos y medios de comunicación han aireado hasta el auténtico delirio. Como la FRAVM, estas entidades reclaman la libertad de los titiriteros.
Pensamos que la prolongación de la prisión sin fianza de estos artistas es directamente proporcional al deterioro de la confianza de la ciudadanía en algunas instituciones como el poder judicial. La FRAVM recoge el hartazgo de las gentes de Madrid sobre la extensión del uso político e irresponsable de la Justicia, que algunos ponen al servicio de intereses meramente partidistas.
Por desgracia, el de los titiriteros no es un caso aislado. Desde hace tiempo asistimos con enorme preocupación a un progresivo retroceso en el ejercicio de ciertos derechos y libertades fundamentales, como el derecho de huelga, de manifestación o la libertad de expresión. Retroceso que encuentra la cobertura jurídica en normas tan controvertidas como la Ley de Seguridad Ciudadana (Ley Mordaza) o el artículo 315.3 del Código Penal (sobre coacciones a los trabajadores), destinadas sin duda a contener la movilización social en el espacio público y a coartar las voces más críticas e inconformistas. Precisamente ayer comenzaron las vistas orales del juicio contra “los ocho de Airbus”, trabajadores de la factoría de Getafe que se enfrentan a la petición de ocho años y tres meses de prisión cada uno por formar parte de un piquete informativo durante la Huelga General de septiembre de 2010. Se trata de la demanda fiscal contra sindicalistas más elevada desde el inicio de la democracia española. La FRAVM, que al igual que en el caso de los titiriteros considera completamente ilógica y desmesurada esta petición, tras acompañar ayer a los acusados hasta el tribunal que les juzga, hace un llamamiento a la ciudadanía a que participe en una manifestación por su sobreseimiento que con el lema la “Huelga no es delito, es un derecho” tendrá lugar mañana jueves a las 18:30 de Cibeles a la Puerta del Sol.
No será el único acto público que se celebre esta semana en Madrid alertando del retroceso en los derechos y libertades públicas. La FRAVM se ha sumado igualmente a una manifestación “contra la represión hacia quienes luchan por los derechos de todos y todas” que el próximo sábado 13 de febrero arrancará a las 18:00 de la Puerta del Sol. En ella se recordarán otros casos escandalosos como el de Alfon, vecino de Vallecas que continúa en prisión, o el del Centro Social Las Trece Rosas de Alcalá de Henares.