El modelo de movilidad de la ciudad de Madrid se caracteriza por ser enormemente congestivo, expresado por las grandes aglomeraciones y atascos. Se trata de un modelo agresivo en términos medioambientales, ya que, de un lado, consume una gran cantidad de recursos energéticos no renovables y, de otro lado, requiere de una vastísima superficie de terreno para las infraestructuras de transporte. Un modelo altamente contaminante por la emisión de partículas y gases de efecto invernadero. Un modelo caro tanto para las economías domésticas como para las arcas públicas. Y en fin, un modelo con muy pobres grados de satisfacción para la gente.
En las alegaciones presentadas por la FRAVM al Plan de Movilidad de Madrid propuesto por el Ayuntamiento de la capital, por tanto, resulta urgente promover un cambio de modelo dirigido a satisfacer, entre otros, los siguientes objetivos:
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favorecer la difusión de la centralidad urbana sobre el eje del reequilibrio territorial y la cohesión social;
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apoyar el transporte colectivo público y disuadir el uso del coche particular;
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promover los desplazamientos peatonales y en bici;
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defender e impulsar un patrón de movilidad barato, cómodo, sostenible, basado en el criterio de la accesibilidad universal, no discriminatorio y que incorpore la perspectiva de género.
En todo caso, cabe recordar que cualquier plan quedaría “cojo” sin un plan de movilidad de ámbito regional que sea referente obligado para los ayuntamientos a la hora de establecer sus propios planes de movilidad. Sin ese plan regional, el Consistorio de la capital debería coordinar su estrategia de movilidad con los municipios limítrofes.
A continuación, apuntamos algunas de las medidas propuestas por el movimiento vecinal.
Apoyo al transporte público
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adecuación de las tarifas a la evolución del IPC;
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adopción de un sistema tarifario integrado válido para cualquier número de viajes dentro de la zona respectiva en autobús, metro y tren;
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creación de un billete solidario para personas en situación de desempleo o para familias sin recursos;
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consolidación de la red de metro a través, entre otras medidas, de la creación de la segunda línea circular de suburbano con el trazado de una nueva L-13 y la prolongación hacia Ciudad Lineal de la actual L-11; la ampliación de la red a los nuevos barrios del sureste o la supresión de barreras arquitectónicas;
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consolidación de la red de cercanías recurriendo, entre otras, a la creación de un enlace del corredor del Henares con la zona norte a través de la estación de O’Donnell; la apertura de nuevas estaciones en varias líneas existente (calles Sepúlveda, Valmojado-Seseña, avda del Planetario…);
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mejora de los servicios de autobús (interurbanos y EMT);
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avanzar en la intermodalidad
Disuasión del coche
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supresión del SER en los barrios del Pilar y La Paz (Fuencarral), en algunas zonas de Tetuán y la paralización de su implantación en algunas zonas de Moncloa-Aravaca;
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restricción del estacionamiento de los no residentes en la almendra central;
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a la creación de nuevas áreas de prioridad residencial en Justicia, Universidad y Ópera debería seguir la deLatina, Argüelles, Bellas Vistas, Jerónimos, Arapiles…
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corrección del efercto borde en los polígonos perimetrales a la M-30 de la zona SER (La Elipa, La Concepción…) y en los polígonos colindantes a zonas industriales y concentración de empleo terciario (barrio del Aeropuerto, Virgen de Begoña, Simancas…);
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creación de una red potente de aparcamientos disuasorios;
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cautela en la creación de corredores ambientales toda vez que está condicionada a la creación de aparcamientos subterráneos de residentes;
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finalización de la red viaria existente: no al cierre de la M-50, a la construcción de la R-1, a la eventual conversión de la avenida de Entrevías en una vía rápida o en un gran canal de penetración de vehículos desde la M-50 hacia el centro y de la avenida de 4 carriles entre la calle Comercio y la rotonda del monumento del 11-M; estudio y ampliación de las conexiones con la M-40 en Vicálvaro, San Blas, Usera, Villaverde y Carabanchel; “pinchar” la M-40 para dar salida y entrada al anillo olímpico y al futuro estadio del Atlético de Madrid (La Peineta); crear accesos a la red de gran capacidad de los nuevos barrios (Sanchinarro, Montecarmelo, PAU de Vallecas…).
Fomento de la movilidad peatonal
A la redacción del Plan de Movilidad Peatonal que propone el Ayuntamiento de la capital, la FRAVM propone crear áreas de prioridad peatonal en algunos ámbitos situados entre la M-30 y la M-40 en las que los coches puedan coexistir con la bici y con los peatones.
Fomento de la movilidad en bici
La FRAVM insiste en que la normalización del uso de la bici como medio de transporte requiere una red ciclista completa para permitir la continuidad de los desplazamientos. En todo caso, el espacio destinado al carril bici debe restarse a la calzada, no a las aceras; debe ser de sentido único, con una anchura mínima de 1,5 metros. La federación vecinal apuesta, además, por la creación de aparcabicis en edficios oficiales, centros de enseñanza, equipamientos públicos y por promover la intermodalidad adoptando medidas que permitan poder subir las bicis a los autobuses, metro y trenes, tales como la adecuación de espacios y plataformas específicos para el traslado (el primer vagón de los trenes, la parte trasera de los autobuses…).
A juicio de la FRAVM, se debería redefinir a fondo el sistema BiciMad para convertir el servicio en un medio de transporte, no en un mero reclamo turístico, rebajando para ello considerablemente su precio. A corto plazo, debería cubrir el interior de la M-30 para extenderse al conjunto de la ciudad.
Promoción de planes de movilidad de las empresas centros de trabajo y polígonos de actividad económica instando a la aprobación de una ley regional de movilidad.
Las alegaciones incluyen, asimismo, un detallado listado de demandas para mejorar la movilidad distrito a distrito.