El grupo se ha dado cita en el Palacio de Cibeles para registrar en el Área de Desarrollo Urbano Sostenible más de un centenar de alegaciones, que proceden de las citadas asociaciones y de vecinos y vecinas particulares, afectados, todos ellos, por la actividad de las Viviendas de Uso Turístico (VUT).
Según la FRAVM, el plan no solo ha de ser más ambicioso y restrictivo, sino que debe adelantarse a una más que segura expansión de este tipo de alojamientos a los distritos periféricos. Por ello, solicita en su escrito “una regulación -cuanto más restrictiva mejor- de la VUT en toda la ciudad, pues lo que no es bueno para unos vecinos tampoco lo es para otros”. El plan municipal establece una normativa bastante restrictiva en el anillo 1, algo más suave en el anillo 2 y más ligera todavía en el anillo 3. Pero, ¿qué ocurre con los barrios y distritos fuera de los anillos? Es evidente que la presión de los pisos turísticos en los barrios periféricos no tiene nada que ver con la que sufre actualmente la vecindad de la almendra central, pero el fenómeno se encuentra en plena fase expansiva, y si el PEH se aplicase de manera exitosa, supondría la expulsión hacia la periferia de miles de VUT. Extraña que el Ayuntamiento no haya evaluado ni valorado en su plan este escenario.
Para la vecindad, la mejor VUT es la que no existe, pero en el caso de que exista, en ningún caso se debe autorizar “por encima de las residencias, lo que equivale a limitarlas -como mucho- a la planta baja e inferior a la baja”, sostiene la FRAVM, que también defiende que las VUT lo sean desde el primer día. Esto supone rechazar el requisito de alquilar más de 90 días que establece el Decreto 79/2014 de la Comunidad de Madrid para definir las VUT, ya que “carece de argumentos de tipo económico, sociológico y jurídico que lo avalen”, y además, en términos prácticos es “un coladero”. “Ni siquiera hay que acudir a la picaresca: basta con que la persona que hace de arrendadora de la vivienda la anuncie la mayoría de los fines de semana para cumplir la norma y, en realidad, tenerla todo el año en el mercado”, puede leerse en el documento de alegaciones.
Aunque es la Administración regional la que tiene competencias para determinar qué es una VUT, “el Ayuntamiento de Madrid está habilitado para definir la VUT como uso de hospedaje sea cual sea el número de días/año que está disponible para el arrendamiento turístico”. Si no fuera así, el propio PEH que se somete a información pública estaría en cuestión.
Refuerzo de la disciplina urbanística
Si en el centro de la capital contabilizamos hoy unas 10.000 viviendas turísticas “es porque tanto los servicios de inspección de la Comunidad de Madrid como los del Ayuntamiento han fallado clamorosamente”. En el caso del Consistorio, sus Normas Urbanísticas establecen una serie de restricciones a la convivencia de los usos terciarios y de hospedaje en edificios residenciales, que en el APE 00.01 (centro histórico) son especialmente duras. De hecho, en los niveles A, B, C, D y E se admite el hospedaje como uso complementario siempre que disponga de acceso independiente, algo que según los cálculos de la propia Área de Desarrollo Urbano Sostenible incumple el 95% de las VUT existentes. Es decir, el 95% de las VUT deberían hoy estar clausuradas.
“¿Qué van a hacer los servicios de disciplina urbanística municipales para que, a partir de la aprobación del PEH, la nueva normativa sí sea respetada y efectiva? ¿Qué van a hacer para que las VUT existentes se ajusten a la misma o, en su caso, sean cerradas? Es sorprendente el hecho de que el PEH no considere en momento alguno esta cuestión trascendental”, indica la FRAVM, antes de proponer “el refuerzo de los servicios de inspección y de disciplina urbanística municipales, dotándolos de más personas, más medios y mejor cobertura legal de las actuaciones”.
Por otro lado, la federación y las asociaciones de Centro y Chamberí consideran que la Administración debe obligar a las plataformas que publicitan las VUT a colaborar con el Ayuntamiento en la identificación de aquellas que se comercializan al margen de la normativa, de tal forma que si no lo hacen, y actúan como cómplices de aquellas que burlan la ley, deberían ser sancionadas, tal y como se ha hecho en ciudades como Barcelona.
Además, las entidades vecinales vuelven a demandar al Ayuntamiento la aprobación de un Plan de Ordenación de la Oferta Turística en toda la ciudad y que inste a la Comunidad de Madrid a iniciar los trámites para declarar el distrito Centro como “área turística saturada”. Mientras esto se produce, los colectivos de barrio demandan finalmente que “en el anillo 1 se elimine la posibilidad de levantar nuevos establecimientos de hospedaje en cualquiera de sus modalidades”.
Tras la presentación de las alegaciones, Vicente Pérez Quintana ha participado en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en la segunda jornada del Grupo de Trabajo sobre Viviendas de Uso Turístico impulsado por la Secretaría de Estado de Turismo. En ella, junto a otros representantes vecinales, ha expuesto los problemas que están generando en nuestros barrios la expansión de este tipo de alojamientos así como las propuestas de la FRAVM para hacerlas frente.