El conflicto laboral iniciado en febrero entre los quinientos trabajadores que realizan la vigilancia en el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), las populares plazas verdes y azules, y las empresas adjudicatarias del servicio, EYSA y DORNIER, amenaza con convertirse en una huelga indefinida. Hasta el momento, el Ayuntamiento ha eludido intervenir en el conflicto argumentando que es un conflicto “interno” entre las tres empresas privadas y sus trabajadores. Sin embargo, el control de las plazas de aparcamiento y la denuncia de situaciones de aparcamiento en doble fila no sólo afecta a miles de vecinos diariamente, sino que forma parte de las funciones que corresponden a la policía municipal. Por otra parte, la recaudación que el Consistorio percibe por el pago de las tarjetas de residentes, el abono de aparcamientos ‘legales’ y las multas impuestas a los ilegales, así como el costo que la tarjeta de los residentes supone a los ciudadanos y los efectos de la huelga en la movilidad hacen de este conflicto un asunto que afecta de lleno a todos los madrileños. Corresponde, por tanto, a la Administración, intervenir para restablecer con la mayor celeridad posible la normalidad en nuestras calles.
La FRAVM insta al Ayuntamiento a mediar en el conflicto del Servicio de Estacionamiento Regulado
La huelga de los vigilantes de los aparcamientos de Madrid amenaza con convertirse en indefinida ante la falta de acuerdo con las empresas adjudicatarias del servicio. Llegados a este punto, la Administración local tiene mucho que decir.
