La contaminación atmosférica no remite

Replegadas las ”masas de aire africano” que, a decir de la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, agravaban la contaminación registrada en la capital, la polución no remite. Las estaciones de medición de la contaminación atmosférica situadas en el paseo de Recoletos y al final de la calle Acalá revelan que estos puntos han superado, a mitad de año, los índices de dióxido de nitrógeno que la Organización Mundial de la Salud fija como máximo para todo el año.

La contaminación atmosférica no remite
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El informe que periódicamente elabora Ecologistas en Acción recogiendo los índices de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión registradas en las 27 estaciones de medición distribuidas en diferentes puntos de la capital revela que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Madrid para contener los “malos humos” emitidos, principalmente, por los vehículos, resultan claramente insuficientes. A fecha 4 de junio, dos de las 27 estaciones han superado los índices de dióxido de nitrógeno que la Organización Mundial de la Salud fija como máximo para todo el año. Se trata de las situadas en el paseo de Recoletos y al final de la calle Acalá. La primera de ellas supera, asimismo, los índices máximos recomendados de partículas en suspensión para todo el año junto a la del paseo Luca de Tena. Les siguen de cerca las situadas en Marañón y el Barrio del Pilar que, con 17 y 15 superaciones diarias, pronto alcanzarán las 18 permitidas por el organismo internacional.

Además, el informe desvela que las estaciones de medición situadas en la glorieta de Carlos V (Atocha) y la de Villaverde no están operativas.

La FRAVM y Ecologistas en Acción siguen esperando que la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, tome medidas de calado para frenar la polución, que convoque la comisión de alerta ambiental y que para ello cuente con la participación de vecinos y ecologistas. Ambas organizaciones recuerdan que, en materia de medio ambiente, es más urgente velar por la salud de la ciudadanía que preocuparse por los grafittis.

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