La construcción del CaixaForum supondrá la deforestación de 3.000 metros cuadrados en el distrito de Hortaleza

La aureola mediática que rodea a la construcción de la nueva sede de la Fundación La Caixa en el paseo del Prado oculta aspectos que los departamentos de marketing han obviado. La A.V de Villa Rosa, sin embargo, tiene mucho que decir al respecto.

La construcción del “Madrid del nuevo milenio” que vertebra la declaración de intenciones de Gallardón esconde, como ya hemos denunciado en anteriores ocasiones, grandes claroscuros que minan el brillo de los arquitectos “estrella” y las grandes obras urbanísticas. Esta vez y, aunque parezca mentira, la edificación de la futura sede de la Fundación La Caixa, ubicada en el paseo del Prado, tendrá serias consecuencias en el distrito de Hortaleza, según ha denunciado la A.V. de Villa Rosa.

La recuperación del eje cultural del Prado, anunciada a bombo y platillo por el Consistorio madrileño, contará con un proyecto diseñado por la prestigiosa firma suiza que ganó el premio Pritzker de arquitectura en su edición de 2001, Herzog & de Meuron. Se trata del CaixaForum-Madrid, el nuevo centro social y cultural de la Fundación La Caixa, una arquitectónica que será construida sobre la antigua Central Eléctrica del Mediodía, uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial de finales del siglo XIX que persisten en el casco antiguo de la capital.

Según el proyecto, el nuevo edificio conservará la fachada original de la antigua fábrica. Ocupará, sin embargo, 6.000 metros cuadrados más. 463 de éstos corresponden a la gasolinera situada frente al Jardín Botánico, que será derruida para dar paso a una plaza pública abierta que se extenderá hasta el paseo del Prado, integrándose así en el llamado “triángulo de oro” articulado en torno a los museos del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía. A priori y, teniendo en cuenta la escasa oferta cultural existente en Madrid, el proyecto cuenta con el beneplácito de la ciudadanía madrileña ya que ofrecerá “una programación multidisciplinar dirigida a todo tipo de públicos, donde convivirán el arte contemporáneo, las exposiciones temporales, la música, las humanidades y los programas sociales y educativos”. Lo que las campañas de marketing no han hecho público es que el solar de la gasolinera que van a derribar va a ser permutado por otro solar de 3.112 metros cuadrados situado en el Parque de Villa Rosa.

Desequilibrio territorialLos vecinos de Hortaleza tienen algo más que decir a este respecto. No en vano, la permuta supone la construcción de una gasolinera que contará con ocho surtidores de gasolina, una tienda abierta durante las 24 horas del día, un restaurante de comida rápida y un túnel de lavado de coches dentro de un parque, el de Villa Rosa, ya consolidado “donde nuestros vecinos y vecinas (…) pasean a diario”. En total, más de 3.000 metros cuadrados de zona verde ubicados al borde de la M-40 serán deforestados, con el consecuente perjuicio medioambiental que esto supone. Y la cosa no acaba ahí. La diferencia de precio del metro cuadrado obligará además a pagar la nada desdeñable cifra de 900.000 euros para llevar a cabo la permuta. En este sentido, la A.V. Villa Rosa ha puesto manos a la obra, convocando varias concentraciones vecinales para poner de manifiesto la oposición a la construcción de la gasolinera y denunciando los hechos antes mencionados en el pleno de la Junta Municipal de Hortaleza. Y ha ido más allá. El pasado mes de diciembre presentó una propuesta en el Consejo de Urbanismo “para que el Pleno del Ayuntamiento central revoque la orden y busque una nueva parcela para ubicar el surtidor”. La pelota está ahora en el tejado del Consistorio. Mientras, los vecinos de la zona permanecen a la espera.

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