La Asociación Casa de Cultura y Participación Ciudadana se ha visto obligada a pedir amparo a los tribunales toda vez que la Junta de Distrito y el Ayuntamiento se hayan negado a negociar una prórroga, a pesar de que carecen de planes inmediatos para el uso del inmueble y el desalojo del espacio vecinal puede suponer el fin de importantes proyectos de solidaridad y atención a personas en riesgo de exclusión social. Este es el caso de la Despensa Solidaria de Chamberí, que actualmente ayuda con alimentos a 60 familias cada semana y utiliza parte del local como almacén y centro de reparto. La despensa es solo uno de los 24 grupos que alberga la Casa y que ahora ven peligrar su futuro.
“El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Madrid será quien decida si procede conceder una prórroga a las tareas de interés social que se vienen haciendo” en este espacio, sostiene en una nota la Casa de Cultura, antes de defender que “teníamos derecho a una prórroga que ha sido indebidamente denegada, lo que resulta inentendible en el escenario de emergencia sanitaria provocada por la pandemia”.
Esta mañana, el abogado de la entidad, Víctor Álvarez Bayón, se ha dirigido a la Junta de Distrito de Chamberí para comunicar que la esperada entrega de llaves no se iba a producir y que no tendrá lugar hasta que el tribunal resuelva la petición vecinal.
Por su parte, el citado juzgado ha trasladado al letrado del Ayuntamiento de Madrid que tiene tres días para presentar alegaciones a las medidas cautelares solicitadas. “Desde la Casa de la Cultura queremos aprovechar este trámite para solicitar al presidente del Distrito de Chamberí que escuche al barrio y el mensaje enviado por la masiva manifestación del pasado domingo y permita que esta asociación continúe dentro del local”, indica la entidad.
El domingo, varios miles de personas desfilaron por las calles de Chamberí para pedir al alcalde de la ciudad que prorrogue la cesión del espacio que alberga la Casa de Cultura y apoye los espacios vecinales de nuestros barrios. El presidente de la FRAVM, Quique Villalobos, así como su vicepresidente, Javier Cuenca, y otros miembros de la junta directiva de la federación, participaron en la marcha para mostrar el sostén de esta organización a la permanencia de la Casa de Cultura en el número 39 de la calle Bravo Murillo. Y lo mismo hicieron un buen número de asociaciones vecinales federadas, y en primer lugar El Organillo de Chamberí y Corazón Verde Chamberí. Esta última asociación utiliza como sede la Casa de Cultura. La FRAVM solicita al Consistorio que inicie un diálogo con la Casa de Cultura para que este importante proyecto de participación ciudadana y fomento de la cultura pueda continuar en su actual espacio.
“Cabe recordar que el Ayuntamiento no tiene ningún destino previsto para dicho local, motivo por el cual la Casa pretende continuar con sus actividades hasta que el juzgado se pronuncie, por supuesto, con pleno respeto por la legalidad vigente”, concluye en su nota el centro social amenazado de desalojo.