La exposición, que puede visitarse en la biblioteca (C/ Rafael Alberti, 36) en horario de 9h a 21h de lunes a viernes y los sábados de 9h a 14h, recoge, a través de documentos gráficos, abundante información sobre uno de los movimientos ciudadanos con más historia de Madrid, el de las asociaciones vecinales de Vallecas. Junto a diversos elementos que muestran los rasgos e historia del movimiento en Madrid, 10 paneles de fotografías repasan procesos que, aunque desconocidos para el gran público, han transformado los barrios vallecanos hasta convertirlos en los espacios habitables de hoy. Procesos como la conversión del mar de chabolas de El Pozo y Palomeras en las zonas con equipamientos que actualmente conocemos, la ampliación de la red de autobuses urbanos a todos los barrios del distrito, la prolongación de la línea 1 del Metro, la creación del Parque Lineal de Palomeras o la lucha por una educación pública de calidad, tan en boga en estos momentos.
La muestra “40 años de acción vecinal”, cuyo contenido íntegro puede visitarse en el sitio web www.memoriavecinal.org, es un proyecto conjunto de la FRAVM y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) que tiene como objeto recuperar la memoria ciudadana y celebrar una historia muy poco documentada. En 1968, al amparo de la Ley de Asociaciones del régimen franquista, se legalizó la primera asociación. Tal reconocimiento daba cobertura legal a una forma de organización ciudadana que, sorteando las dificultades impuestas por una rígida vigilancia policial, se había extendido en los barrios y municipios de la región. Ilegalizados los partidos políticos y los sindicatos situados fuera de la órbita del régimen, el movimiento vecinal se convirtió en cauce para expresar las demandas populares. Éstas tenían que ver con las precarias condiciones de vida impuestas por un acelerado y caótico proceso de industrialización y por una Administración plegada a intereses especulativos, como con el reconocimiento de los derechos y libertades de ciudadanía y el establecimiento de un régimen democrático. Hoy, 40 años después, no sólo Puente de Vallecas sino toda la región está sembrada de huellas de la labor de las miles de personas anónimas que, durante este tiempo, han trabajado de forma desinteresada por construir una comunidad más habitable y humana. Huellas como parques, viviendas de protección pública, centros culturales, colegios, estaciones de metro, fiestas populares,…que, aunque las veamos a diario, casi siempre desconocemos que detrás de su existencia se halla el empuje de las asociaciones vecinales.
1.200 imágenes (de estas huellas) esbozan en la exposición la trayectoria del movimiento ciudadano en Madrid, un movimiento que, lejos de realizar un ejercicio de nostalgia, con la muestra persigue poner en valor una historia muy poco conocida con la mirada puesta en el futuro.