La constructora Aiser SA cobró unos 400.000 euros del Ayuntamiento de Madrid en 2006 por pavimentar una calle y construir una serie de dotaciones en la parcela situada en la calle Batalla de Belchite 17 a cambio de la concesión del permiso para construir 110 viviendas de lujo. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, Aiser abandonó el inmueble a su suerte, incumpliendo el plazo de dos años para realizar la obra.
Fue entonces cuando un grupo de jóvenes okupó el edificio y lo rehabilitó. Nacía así el Centro Social La Traba. Los jóvenes no tardaron en llenarlo de actividades gratuitas abiertas al barrio: teatro, baile, cine, un banco de alimentos, un estudio de grabación y… uno de los mayores bike park indoor de España que se ha convertido en una referencia internacional para quienes practican esta modalidad deportiva.
Hace unas semanas el Centro Social recibió una amenaza de desalojo. La AV Nudo Sur se ha sumado a una petición conjunta suscrita por organizaciones sociales, políticas y asociaciones del barrio para “buscar una solución a las actividades sociales desarrolladas en el CSO y la necesidad de espacios gestionados por los ciudadanos en el barrio”.
La asociación, aclara, “no tiene ninguna vinculación con el Centro Social, ni utiliza su espacio, ni tampoco apoya acríticamente todo lo que se ha hecho a lo largo de los años”, pero entiende “el enorme valor de una parte importante de las actividades que se desarrollan en él y que son un modelo frente a esa otra cultura de escaparate, de espaldas a su entorno, de espacios como Matadero Madrid”.
La entidad recuerda que en esta ciudad existen suficientes experiencias previas en la implicación de las administraciones en favorecer las iniciativas autogestionadas como el Centro Social Seco o la propia La Tabacalera de la calle Embajadores, donde se está realizando una importante experiencia de participación ciudadana. De hecho, insiste “el propio Ayuntamiento de Madrid propone en el Preavance del Plan General de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid la posibilidad futura de un espacio autogestionado del mismo tipo que Tabacalera en el Cuartel Militar de la calle Batalla del Salado”.
Pero existen más espacios para una posible cesión de uso en el distrito, como las naves de Matadero aún sin acondicionar y, sobre todo, el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, “un espacio único para regenerar la trama social y ciudadana de esta parte de Madrid y para paliar el importante déficit de equipamientos en estos barrios que reconoce el propio el propio Preavance del Plan General” y cuyo uso social reivindican los vecinos desde 2007.
La asociación cree que sería “un insulto a la población que se niegue esta posibilidad mientras se están destinando comparativamente cantidades ingentes de dinero público a proyectos elitistas y de una conciencia social más que dudosa en espacios robados a los equipamientos de barrio, como en Matadero, mientras movimientos sociales y ciudadanos tienen como única opción ocupar `alegalmente’ un espacio para desarrollar su labor social”.
Por todo ello, la asociación exige al Ayuntamiento de Madrid la cesión urgente de un espacio autogestionado para la continuación de las activades desarrolladas de manera abierta y gratuita en el CSO La Traba así como para todas las organizaciones y entidades ciudadanas de esta parte del distrito de Arganzuela. Asimismo iniciará una campaña de recogida de apoyos para lograr este espacio libre para el importante movimiento ciudadano que está surgiendo en esta ciudad.