Lo harán a las 20:00 con la colocación, en el lugar, de una placa que llevará la denominación “Centro de Salud Manuel Garrido”, en honor de un médico del barrio que durante el primer confinamiento de la capital perdió la vida como consecuencia de la Covid-19. Cuando falleció, el doctor Garrido desempeñaba su profesión en el Centro de Salud de la calle Alameda, el mismo establecimiento que la vecindad pide que se traslade al edificio municipal de la calle Gobernador debido a su “insalubridad y otras graves carencias”. El presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, (FRAVM), Quique Villalobos, participará en el acto de inauguración simbólica.
Media hora antes, a las 19:30, las citadas asociaciones vecinales han convocado una concentración ante el Centro de Salud de calle Alameda, que se encuentra en el número 5 de esta vía. Desde allí, las personas congregadas se desplazarán hasta Gobernador 39, que apenas se encuentra a cien metros de distancia.
Desde el pasado mes de junio, la Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras ha recogido casi 3.000 firmas de vecinos y vecinas e impulsado más de una decena de concentraciones ante el Centro de Salud de Alameda con el fin de apoyar a su personal sanitario en este difícil periodo de la Covid-19 y reclamar su traslado al inmueble que antiguamente albergaba la Casa de Socorro del barrio. La propia Comunidad de Madrid ha reconocido que la situación de ese equipamiento es insostenible, ya que se encuentra en un sótano que “no tiene ni la ventilación, ni la accesibilidad, ni el espacio necesario para albergar un centro de salud digno para sus vecinos”, asegura la entidad ciudadana. No en vano, en su Plan de Inversión en Infraestructuras en Atención Primaria 2020-2024, el Gobierno regional concede a su sustitución una “prioridad muy alta”.
Tras esta certeza, la Comunidad de Madrid necesita ahora una parcela, a ser posible pública, para ejecutar la mudanza. Y aquí entra en juego el Ayuntamiento, que hasta el momento no ha puesto a disposición ningún terreno del distrito Centro, uno de los más afectados por la presión urbanística. La asociación vecinal alerta de que estas dos administraciones “están planificando el traslado del centro de salud a un espacio privado que está ubicado en el distrito de Arganzuela”. De producirse este cambio, las más de 22.000 personas de los barrios de Embajadores y Letras adscritas al equipamiento de la calle Alameda estarían obligadas a desplazarse fuera de su zona para recibir Atención Primaria. De ellas, el 14% son mayores de 65 años y el 8% menores de 14 años.
Pero “¿por qué trasladar el centro de salud fuera del barrio y del distrito cuando el Ayuntamiento dispone de un edificio de su propiedad, a unos cien metros de distancia, en la esquina de la calle Gobernador 39 con el Paseo del Prado 30? ¿Por qué alquilar un nuevo edificio, con el enorme gasto que esto supone, si el Ayuntamiento puede cedérselo a la Comunidad de Madrid para que albergue un nuevo centro de salud?” Un edificio, por ende, que ha tenido uso sanitario casi toda su existencia. Primero, desde 1936, fue Casa de Socorro, combinando este uso en los años ochenta con la Tenencia de Alcaldía y la Conserjería de Juventud. Después pasó a ser Centro Madrid Salud Retiro hasta 2014, compaginando en esta última etapa el uso sanitario con el cultural, al ser escuela de idiomas y también sede de la UNED, recuerda la entidad.
“Si la voluntad real de nuestro alcalde es que el edificio de la calle Gobernador 39 realmente pueda albergar un Centro de Salud digno para el barrio, lo único que debería hacer es retirar el Plan Especial, actualmente en tramitación (Expediente 135/2019/00213), cuyo objeto es modificar la catalogación del edificio de forma que ya no sea posible que en él se desarrollen actividades culturales y sanitarias al mismo tiempo”, indica la entidad ciudadana. “La ubicación y dimensiones, más de 3.500 m² que ofrece el edificio, permitiría ubicar espacios esenciales que contribuirán a satisfacer necesidades hasta ahora desatendidas por los poderes públicos: además del centro de salud hay espacio suficiente para dar cabida a una biblioteca e incluso a más servicios dotacionales. Pero frente a esto el ayuntamiento parece estar decidido a cedérselo a una entidad privada para que aloje en el edificio un nuevo museo”, subraya el colectivo vecinal, antes de concluir: “los vecinos y vecinas del Barrio de las Letras adoramos nuestro barrio, nos sentimos orgullosos y privilegiados por la riqueza museística y cultural de la que dispone, pero también necesitamos con urgencia que nuestro barrio sea habitable y no un simple escaparate para turistas. Y por ello pedimos a nuestro alcalde que no se ampare en una imposibilidad inexistente y cumpla lo que prometió en campaña”.