A lo largo de estos últimos meses hemos asistido atónitos al vergonzante espectáculo ofrecido por nuestros respectivos gobiernos autonómicos compitiendo en muestras de servilismo y mercadeo de nuestros derechos sociales, laborales y ambientales. Todo ello, a fin de contentar los caprichos del magnate Sheldon Adelson; mientras se ocultaba a la ciudadanía las reiteradas denuncias por su implicación en financiación irregular de partidos políticos; el control de redes de prostitución y la práctica de evasión fiscal. Han querido convertir esta subasta a la baja de derechos y garantías en una competición entre Madrid y Barcelona. Por este motivo, el movimiento vecinal de ambas ciudades queremos dejar bien claro que nos oponemos a la propuesta de instalar el complejo de casinos Eurovegas en nuestras ciudades y que consideramos que la ejecución de dicho proyecto supondría una aberración urbanística cuyos costes laborales, sociales y medioambientales se trasladarán a las generaciones futuras hipotecando nuestro modelo de desarrollo urbano.
No aceptamos el chantaje moral al que quieren someternos bajo la amenaza del paro, aduciendo la creación de unas cifras de empleo inviables e invisibilizando las draconianas condiciones laborales que exige el grupo empresarial Vegas Sand Corporation: la petición de modificación del Estatuto de los trabajadores, de la Ley de Procedimiento Laboral, la Ley de Extranjería y exenciones en el pago de la Seguridad Social… para crear una maquila laboral en medio de Europa, una isla de excepcionalidad dónde ya no tendrán vigor los derechos laborales ni sindicales; a la vez que construyen un paraíso fiscal con un régimen de tributación prácticamente nulo, financieramente opaco y que será aprovechado para el blanqueo de capitales. Consideramos que Eurovegas no es la solución al elevado índice de paro que afecta nuestras áreas metropolitanas, sino que supone recaer una vez más en la economía especulativa del ladrillo y la depredación territorial que están en la base de la actual recesión económica. La salida de la crisis solo puede venir de un cambio de modelo productivo y no en la obstinada reincidencia en los errores del pasado.
Así mismo, denunciamos que la instalación de Eurovegas vulnera el equilibrio territorial de nuestros municipios al recalificar grandes extensiones de suelo agrícola en suelo urbanizable, lo que supone no solo disminuir las fuentes de aprovisionamiento alimentario para el consumo diario, sino que rompe con el modelo de planificación urbana anterior y el necesario equilibrio campo-ciudad. Por otra parte, los enormes caudales de agua y suministros energéticos que requerirá Eurovegas supondrán la sobreexplotación de unos recursos hídricos, ya escasos, y perpetuar la dependencia de energías fósiles, lo que nos aleja definitivamente de los compromisos medioambientales internacionales para hacer frente al cambio climático y de la autosuficiencia energética.
Advertimos desde el punto de vista social que la instalación de un macro-complejo de casinos alrededor de nuestras ciudades incidirá negativamente en la vida de nuestros vecinos y vecinas al atraer mafias internacionales dedicadas al tráfico de drogas y la explotación sexual de las mujeres, promoviendo un estilo de vida asociado al juego éticamente reprobable y que se encuentra en la base del incremento de ludopatías, depresiones y suicidios.
Por todo ello exigimos a nuestros representantes en las administraciones que abandonen inmediatamente toda negociación sobre Eurovegas y concentren sus esfuerzos en buscar un cambio de modelo productivo que nos permita salir de la crisis, promoviendo un empleo de calidad sin amenazar la cohesión social, el equilibrio territorial y la sostenibilidad medioambiental de nuestras ciudades.