Vecinos, comerciantes y artistas se han unido para llevar a cabo una iniciativa cultural regeneradora que intentará cambiar la imagen del centro de Madrid. Más de 100 artistas, nacionales y extranjeros pintarán simultáneamente decenas de persianas de locales comerciales de Malasaña que han accedido a ceder sus cierres para hacer frente a la degradación de un barrio que sufre las consecuencias más desagradables de la concentración de locales de ocio nocturno: orines, ruido, pintadas, botellón, vandalismo y contaminación.
Para Jordi Gordon, portavoz de la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU), “una vez más, los vecinos del barrio de Universidad hemos querido ser positivos frente a una realidad adversa. Nuestro barrio está sembrado de pintadas que afean nuestras fachadas y puertas. Las calles están sucias de orines y restos de botellones y, fin de semana sí fin de semana también, tenemos que soportar el ruido y la contaminación generada por el tráfico. Por no hablar del vandalismo”. A pesar de ello, insiste, “la convivencia es posible”.