A esa hora, varios de sus miembros informarán a los ciudadanos y ciudadanas en la salida de Metro de La Mallorquina.
Durante varias horas, repartirán un folleto divulgativo que alerta de los posibles peligros de esta nueva tecnología, cuyo desarrollo “aumentará la velocidad de transmisión de datos, disminuirá la latencia (el tiempo de respuesta de la red) a milisegundos y permitirá el desarrollo de comunicaciones inalámbricas masivas”. Para funcionar, necesitarám“muchísimas antenas transmisoras y receptoras que tendrán que buscar nuevos emplazamientos (semáforos, postes, farolas, etc.). Las ondas milimétricas del 5G son ondas electromagnéticas de frecuencias superiores a los 30 GHz; la longitud de onda a 30 GHz es de 10 mm y a 60 GHz es de 5mm. Habrá una red urbana muy densa, con radiación electromagnética por todas partes, que se sumará a la ya existente con las actuales redes 2G, 3G y 4G”, puede leerse en el documento.
Hay que recordar que la Secretaría de Estado para el Avance Digital del Ministerio de Economía y Empresa diseñó una hoja de ruta para el despliegue de la red 5G sin evaluar los posibles impactos ambientales y de salud pública. El Ministerio no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones presentadas por distintas asociaciones y la capacidad de los municipios frente a este despliegue ha quedado prácticamente anulada.
En 2018 se puso en marcha un nuevo llamamiento internacional por su moratoria que, el pasado mes de septiembre, llevaba recogidas 143.661 firmas de asociaciones ciudadanas, investigadores/as, médicos/as y profesionales de la sanidad de 207 países y territorios, “pidiendo a la OMS y a la ONU que se detenga el despliegue del 5G hasta que existan evidencias de su inocuidad”. El llamamiento apela a proteger “a toda la humanidad, especialmente a los bebés, niños, adolescentes y mujeres embarazadas, así como al medio ambiente” de sus posibles efectos dañinos.
En distintos países se están produciendo movilizaciones y protestas contra la expansión de la red 5G, un despliegue que “se está imponiendo sin consultas a la ciudadanía”. “La ciudad de Bruselas, los cantones suizos de Ginebra, Vaud y Neuchatel y varios municipios británicos e italianos han detenido el despliegue del 5G debido a los posibles riesgos sobre la salud pública. Necesitamos una moratoria del despliegue de la tecnología del 5G y un análisis exhaustivo e independiente de sus riesgos”, subraya la comisión de la FRAVM en su folleto.