En una jornada en la que tomarán parte numerosos representantes de las asociaciones vecinales madrileñas y responsables del Área de Familia y Servicios Sociales del Consistorio, la entidad presentará una exposición fotográfica y un documental que recorre estos siete años de fomento de la buena convivencia, la participación social y la resolución pactada de conflictos en los barrios de la capital. A las 17h se proyectará el cortometraje, lo que dará paso a las actuaciones del grupo de teatro adulto de Lavapiés, del conjunto de break dance de Ventilla y del teatro comunitario de Tetuán. La tarde se cerrará con exhibiciones de bailes de salón del Triángulo del Agua y del equipo infantil de baloncesto de San Fermín y, por último, con una demostración musical del Rapeadero de Lavapiés. Todas estas iniciativas socioculturales son en buena medida fruto de la actividad del SDV, un dispositivo que en 2004 disfrutaban solo 5 barrios de la capital y hoy en día lo hacen 20.
El SDV, que comenzó denominándose Servicio de Mediación Vecinal, opera en zonas como Alto de San Isidro (Carabanchel), Lavapiés, Quintana (Ciudad Lineal), San Fermín (Usera), La Ventilla, Los Rosales (Villaverde) o el PAU de Vallecas, lugares con elevada presencia de población migrante, índices modestos de renta y tasas elevadas de paro y fracaso escolar, territorios idóneos para la eclosión de problemas de convivencia. En este marco, los profesionales del SDV, que utilizan como base asociaciones vecinales de la FRAVM, intervienen desde un « enfoque preventivo y de mediación de conflictos », sensibilizando en valores en torno a la cultura del pacto y dotando a grupos activos de herramientas de mediación. Siempre que puede, con objeto de desactivarlos, el servicio busca anticiparse a conflictos sociales que pueden darse en espacios como parques, plazas o bloques de viviendas.
Pero la gestión y mediación de conflictos es solo una de las líneas del SDV. Gran parte de su actividad se centra en labores de sensibilización y lucha contra el racismo y la xenofobia y en el fomento de la participación social. Otra línea se centra en informar y orientar al vecindario sobre recursos sociales gratuitos, algo que en ocasiones se concreta en un servicio de atención individual o grupal. Por aportar alguna cifra, en 2010 el SDV asesoró a 2.086 personas y atendió a 300 grupos. En las actividades que organizó a lo largo de ese año, el 43% de las cuales responde a una demanda explícita de los ciudadanos, participaron 26.610 personas, una cifra que no ha dejado de crecer desde que se puso en marcha este dispositivo.
En estos siete años de andadura, su trabajo ha sido frenético y tremendamente variado. Y sus resultados, perfectamente visibles. El tesón de sus dinamizadores vecinales se encuentra detrás de experiencias tan enriquecedoras como los talleres y exhibiciones de Graffit Art, el Rapeadero de Lavapiés, las Noches de Ramadán, el Festival de Ritmos del Mundo de Villaverde o los talleres de teatro comunitario de Tetuán y Lavapiés. Miles de chavales han participado en los torneos de baloncesto callejero de Villaverde, Lavapiés y el PAU de Vallecas y los actos contra la violencia a las mujeres se han convertido en citas obligadas en lugares como Lucero, Bellas Vistas, Comillas o Usera. La celebración del Año Nuevo Chino, los campamentos urbanos, las asambleas ciudadanas de los planes de desarrollo comunitario o los programas de lengua y cultura de San Fermín, entre otras muchas iniciativas, también han tenido una extraordinaria acogida.