Las asociaciones vecinales madrileñas, que día a día verifican el deterioro de las condiciones de vida en los barrios como consecuencia del aumento del paro y de los recortes sociales, no pueden quedarse impasibles ante los nuevos ataques a los derechos de la clase trabajadora. Por ello, han decidido sumarse al proceso de “movilización creciente” de los sindicatos contra la nueva reforma laboral promovida por el Gobierno de Rajoy. Como hiciera ante la reforma laboral del Ejecutivo de Zapatero, que dio lugar a la huelga general del 29 de septiembre de 2010, en cuyo marco promovió un paro ciudadano, la FRAVM tratará de movilizar al movimiento vecinal y a los barrios y pueblos donde tiene implantación, para tumbar una norma que “solo traerá más desempleo y precariedad”.
Coincidiendo con CC OO, la nueva reforma laboral hace “más fácil y barato el despido”, acaba “con derechos colectivos de los trabajadores” y aumenta “el poder discrecional de los empresarios”. Abre la puerta a una reducción generalizada de los salarios y convierte en libre y gratuito el despido durante el primer año en los nuevos contratos “indefinidos” para “emprendedores”, entre otros resultados. Esta nueva modalidad, destinada a empresas menores de 50 trabajadores, que representan el 99% del tejido productivo español y agrupa a más del 60% de los trabajadores y trabajadoras del país, supone además una clara “discriminación respecto al resto” de la fuerza productiva.