“Es injusto, desproporcionado y aleatorio” que los sin papeles “sean encarcelados y expulsados” por vender en el top manta cuando por robar en un centro comercail sólo se paga una multa”. Es uno de los argumentos por los que ayer más de 1.500 personas secundaron la manifestación convocada por la Asociación de sin papeles de Madrid que partió desde la plaza de Lavapiés y finalizó en la Puerta del Sol. Es el caso de Mor Ndiaye, que fue condenado por la Audiencia Provincial por vender copias de DVD a ocho meses de prisión, una multa de 1.200 euros y una expulsión de Europa durante 10 años o el de uno de los miembros de la asociación, Abdulaim, que fue detenido en la plaza de Lavapiés horas por agentes de la Policía Nacional antes de la manifestación después de que un agente de la policía le pidiera los papeles.
La entidad denunció ayer que los inmigrantes en situación irregular desean ganarse la vida con dignidad, quieren trabajar con los mismos derechos y responsabilidades que los españoles y sin hacer daño a nadie. Los “sin papeles, reconocen, “sienten miedo, son perseguidos en España y son detenidos cuando pasean por la calle”, por que lo que pidieron un cambio legislativo para poder vivir con tranquilidad porque ‘así será más fácil integrarse’.’No es una lucha sólo por nuestros derechos, es una lucha por un cambio social. (…) No pedimos nada imposible, sólo lo más básico y elemental, papeles para todos’, señalaron.
Por su parte, el representante de los ‘sin papeles’ senegaleses en Mallorca aseguró que la sociedad sufre una ‘amnesia colectiva’ al recordar la emigración española de los años cincuenta y aseguró que la situación a la que someten las administraciones a los inmigrantes sin papeles les está condenando a ‘situaciones extremas’, como es el caso de Mor Ndiaye, “que no ha robado a nadie”.
El portavoz criticó, asimismo, que el Gobierno central haya dado millones de euros para los bancos, ‘a los ricos, mientras que los pobres se mueren de hambre’. ‘El problema no es de inmigración, sino de un sistema que nos está machacando. Los políticos nos hablan de paz en Iraq si no tenemos paz en nuestros barrios; nos hablan de convivencia si cada día que pasa están creando focos de violencia y de racismo”.
La asociación, cuya presentación pública apoyó la FRAVM con la presencia del presidente de la organización, Nacho Murgui, criticó la Ley de Extranjería por exigir seis meses de trabajo para renovar la documentación de residencia ‘cuando hoy, en tiempos de crisis, no hay empresario que lo garantice’. ‘Los legales de hoy son los ilegales de mañana, por lo que están preparando un sistema para que inmigrantes y españoles nos peguemos. Pero deben saber que mientras haya tanta diferencia económica y tanta violencia en África, la gente pasará fronteras, que no pararán leyes de Extranjería porque el sueño y la ilusión no se para con el Ejército y la Guardia Civil’, añadieron.
El portavoz de la asociación, Kumaya, reclamó los mismos derechos para todas las personas, incluidos los inmigrantes irregulares, porque no nacieron ‘sin papeles’. ‘Cuando nos ven en cayucos nos llaman ‘sin papeles’ como si ya fuéramos ‘sin papeles’ en nuestro país de origen. España no es el país de nuestros sueños, no es lo que creíamos, pero estamos aquí ahora y hemos decidido quedarnos. Vamos a convivir juntos y va a salir bien porque España es también nuestro país’, sentenció.