Las asociaciones vecinales de Latina temen que José Luis Martínez-Almeida finalice su mandato sin que el ayuntamiento que dirige apruebe un plan concreto para resolver los problemas de contaminación atmosférica y acústica y de movilidad que desde hace décadas genera la autovía A-5 en su tramo del Paseo de Extremadura. A pesar de que durante la campaña electoral que le llevó hasta la alcaldía el regidor prometió su soterramiento, en los últimos meses ha abandonado la iniciativa con la excusa del inicio de la Operación Campamento.
Por ello, y dado que no se ha producido avance alguno tras la manifestación del pasado 29 de enero, en la que varios miles de personas cortaron la polémica autovía urbana, la Coordinadora Vecinal de Latina (COVELA) y la Colonia del Lourdes han convocado la nueva marcha del domingo.
Los colectivos promotores del acto lamentan que Almeida haya declinado reunirse con ellos, y que la respuesta a su petición de encuentro para conocer los planes del Consistorio haya sido una carta de la Secretaría del Área de Medio Ambiente y Movilidad en la que afirma que “resulta razonable retrasar el soterramiento de la A-5 hasta que se lleve a cabo la operación urbanística [Operación Campamento] para facilitar la coordinación de las obras y evitar molestias innecesarias”. El famoso plan urbanístico, que depende del impulso del Gobierno central y de su coordinación con las administraciones regional y local, se ha paralizado en innumerables ocasiones en el pasado, y las asociaciones no quieren que esto condicione la puesta en marcha de las soluciones a los graves problemas de la A-5. Llevan demasiado tiempo esperándolas.
En su misiva, el área de gobierno que dirige Borja Carabante también asegura que el “proyecto del Paseo Verde del Suroeste del Ayuntamiento de Madrid pretende soterrar la autovía desde el Paseo de Extremadura hasta la Avenida de los Poblados, dando como resultado un pasillo verde de 80.000 metros cuadrados”. Los vecinos y vecinas han solicitado conocer los detalles del proyecto y, más allá de las irregularidades que le rodean, han comprobado que es menos ambicioso que el adelantado por Carabante en febrero de 2022 en la Junta de Latina, que llegaba hasta avenida de los Poblados, quedándose en la avenida Padre Piquer. Las asociaciones y movimientos vecinales exigen una solución para toda la vía y la vecindad del distrito, y al menos, en esta primera fase, el cumplimiento de lo prometido, que recordemos era de 3,8 km, hasta pasada la avenida de los Poblados.
La coordinadora vecinal recuerda que más de 130.000 vehículos usan la A-5 / Paseo de Extremadura a diario, en jornadas laborables. Se calcula que sus malos humos y ruidos afectan a más de 50.000 personas que residen en Lucero, Batán, Campamento, Aluche, Cuatro Vientos y Las Águilas, barrios que atraviesa y, como una fractura abierta que no cicatriza, los divide, generando enormes problemas de movilidad en sus gentes. Tal y como se puede ver en este mapa realizado por la Asociación Vecinal de Campamento, la autovía urbana cuenta con 20 pasos subterráneos y una pasarela elevada para bicis y peatones que forma parte del anillo verde ciclista. Muchos de esos túneles se encuentran sucios, mal iluminados, sin vigilancia y mantenimiento, y son poco frecuentados en las horas nocturnas por la sensación de abandono e inseguridad que provocan.
A los problemas señalados hay que añadir otros como la contaminación lumínica que impide un adecuado descanso y los habituales incidentes y accidentes de tráfico, un porcentaje de ellos graves, que son fruto de la elevada densidad de uso y la alta velocidad a la que se circula por la vía.
La vecindad de Latina exige una SOLUCIÓN YA ante los graves problemas para salud de las personas que provocan los miles de coches que pasan a diario por esa vía. Exigen una solución en el próximo mandato municipal, ya que llevan muchos años solicitando una respuesta por parte de la Administración y en concreto, en los últimos ocho años han tenido la propuesta no ejecutada de la transformación de la A-5/Paseo de Extremadura en Vía Urbana de Manuela Carmena y ahora el incumplimiento del soterramiento de Almeida.
Franco inauguró la A-5 en 1968, y desde hace más de 30 años el movimiento vecinal reclama soluciones a sus graves afecciones en la salud de la población.