Varios miembros de la Plataforma de Vecinos Afectados por el Mercadona y de la citada asociación vecinal se han dado cita esta mañana a primera hora para recibir a los concejales del Consistorio e instarles a votar en contra en el punto 21 del orden del día del pleno, que recogía una propuesta del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible para autorizar el uso comercial de las parcelas sobre las que se levantará un nuevo supermercado de Juan Roig. Pero en esta ocasión, solo los ediles del PSOE se aliaron con el vecindario. “En contra de sus principios”, el partido de Manuela Carmena sacó adelante el nuevo plan especial con sus votos y la abstención del Partido Popular y Ciudadanos.
“Ahora Madrid argumenta una y otra vez que todo es legal, pero esto puede verse de muchas maneras. Los planes especiales empiezan a ser un coladero que se usa para que cualquier cosa sea permitida”, indicó Juan Ramón Ibáñez, de la plataforma vecinal, unas horas antes de la votación. “Que el PP apoye la construcción del Mercadona en nuestra calle no nos extraña, pero no entendemos que lo haga Ahora Madrid, ya que va en contra de los intereses del vecindario y de sus propios principios, donde se encuentra la defensa del pequeño comercio frente a las grandes superficies”, sostiene el portavoz. “En esta tropelía urbanística hay unos claros beneficiados, y no son los vecinos: son los propietarios del suelo y Mercadona”, remacha Ibáñez.
Según el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, las parcelas en las que la empresa de Juan Roig quiere levantar el nuevo supermercado están reservadas para uso residencial, y en ellas estaba prevista la construcción de varias manzanas de chalets unifamiliares.Con el nuevo plan especial, pasarán a tener un uso comercial.
Las razones de la oposición ciudadana son numerosas, pero la más importante tiene que ver con cuestiones de movilidad. La calle Estocolmo es de un solo carril, “por lo que no podría absorber la cantidad de tráfico que el centro comercial generaría”, y daría lugar a otros problemas como más “contaminación ambiental y acústica y falta de aparcamiento” para las personas residentes. Además, “destruiría al pequeño comercio que se encuentra en varias manzanas alrededor”, puede leerse en el sitio web de la plataforma vecinal. Este sitio recoge también un completo “informe de situación” del polémico proyecto que se puede descargar desde el siguiente enlace.
Como alternativa, los vecinos afectados proponen que el centro comercial, de construirse, se levante en una parcela abandonada que se encuentra a tan solo 200 metros, junto a la boca de Metro Estadio Olímpico. Al temor a la construcción del nuevo supermercado se unen el plan de traslado del Club Atlético de Madrid a La Peineta y la creación de uno de los aparcamientos disuasorios periféricos de la capital, dos iniciativas que, si no se diseñan adecuadamente, corren el riesgo de colapsar completamente la zona.