El pasacalles, que fue amenizado por los tambores del grupo SAMBALEZA, desfiló hasta el pinar tras una pancarta en la que podía leerse ‘Gasolinera No’. El proyecto de la petrolera ha contado desde su inicio con una fuerte oposición por parte de diferentes entidades vecinales, en primer lugar la Unión de Hortaleza, los comerciantes de la zona, el Foro Ciudadano de Hortaleza y la propia Federación Regional de Asociaciones.
Tras la marcha, se desarrollaron diferentes actividades para grandes y pequeños, entre ellas, un taller de reconocimiento de árboles y otro de plantación de semillas. Los participantes, que consumieron 175 raciones de paella en una agradable comida popular, limpiaron el espacio verde, recogiendo al finalizar una decena de sacos con todo tipo de desperdicios.
Tal y como sostiene Borja, miembro de La Unión de Hortaleza, ‘desde hace 15 años son los propios vecinos y vecinas los que se encargan del mantenimiento del pinar. Cada mañana, un grupo de abuelos baja a la calle y lo limpia, poda los árboles,…se encarga de su cuidado’.
De llevarse a cabo el plan de Repsol, parte de esa zona verde desaparecería. El colectivo ciudadano alerta de que su ejecución “supondría la desaparición de un rastrillo con más 30 años de historia, un trozo de pinar y la pérdida de varias instalaciones deportivas municipales en beneficio de una nueva gasolinera que no necesitamos, y que pasaría a ser la sexta en un radio de dos kilómetros a la redonda”.
En junio de 2005, el Ayuntamiento de Madrid firmó un convenio con Repsol YPF que contemplaba el desmontaje de doce surtidores de esta compañía en el centro de la capital. Como contrapartida, el Consistorio cedería varias parcelas en barrios periféricos para la instalación de nuevas gasolineras. Dos de ellas, situadas en la carretera de la Estación de Hortaleza y que suman 3.862 metros cuadrados y un total de 965 metros de edificabilidad, fueron cedidas a Repsol el 22 de diciembre de 2006 para instalar un surtidor. El proyecto alimentó una activa campaña de movilización, promovida por La Unión de Hortaleza, bajo el lema “Ni un espacio verde menos”. Las vecinas y vecinos denuncian que la gasolinera se pretendía construir ‘junto a equipamientos sensibles, como un colegio, un instituto, una piscina pública, varios bloques de viviendas, un polideportivo, un club de fútbol, un parque infantil y el carril bici. Además, el surtidor destruiría parte de un pasillo verde que comienza en el espacio protegido del Pinar del Rey y que atraviesa el parque de Doña Guiomar hasta llegar a la estación de Hortaleza, enlazando allí con el carril bici y obligará a trasladar o a reducir el espacio en el que todos los domingos, se instala un mercadillo al que todas las semanas acuden centenares de personas de todas las edades”.