“Teniendo en cuenta la coyuntura económica actual, es necesario tomar medidas dirigidas a reducir el gasto público e incrementar los ingresos de la Comunidad de Madrid”. Con este argumento notifica la Consejería de Educación a la Asociación Vecinal Valle Inclán su decisión de no prorrogar el contrato de alquiler del local en el que la entidad desarrolla su labor de servicio a sus vecinos desde hace seis años y en cuya adecuación ha invertido 70.000 euros. El plazo de desalojo vence el próximo 5 de julio.
“Nuestra asociación, que lleva 35 años trabajando de forma solidaria y desinteresada en el barrio –defiende Gloria Cavanna, portavoz de la entidad– se ha convertido en un referente sociocultural de Prosperidad cuya labor es reconocida no sólo por sus vecinos y vecinas, sino también por las instituciones municipales que, año tras año, colaboran con nuestros proyectos”.
“La decisión del Gobierno regional –insiste– es incomprensible e injustificable. Nuestra asociación, como el resto del movimiento vecinal, realiza una labor altruista con clara vocación de servicio público. Una labor que en época de crisis es más necesaria que nunca. Dejarnos sin local es acabar con la asociación. Sentimos –añade– que es una grave agresión a un derecho democrático y la alusión a la crisis, una mera `disculpa’. Crisis –concluye– es la que viven nuestros vecinos y vecinas que desde el local de la asociación tienen la oportunidad de solucionar de forma colectiva sus problemas. ¿Por eso quieren callarnos la boca cerrando el local y vendiéndolo? –inquiere–. ¿Somos `molestos’ porque denunciamos la realidad de nuestro barrio? ¿Se va a acabar la crisis en la Comunidad de Madrid con el dinero que saquen de la venta de nuestro local? Lo dudo”, remata.
Por todo ello y, a la espera de mantener la reunión que el próximo lunes mantendrán representantes de la asociación y de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) con la Consejería de Educación, la entidad ha convocado una concentración para el sábado 26 de junio a las 12h en la plaza de Prosperidad para poner de manifiesto el apoyo de las vecinas y vecinos a un proyecto colectivo que, durante más de 30 años, se ha nutrido de la labor voluntaria del vecindario que “en muchas ocasiones, ha trabajado para resolver problemas y evitar conflictos a administraciones como la que ahora nos quiere desalojar”, remata Cavanna.