Los datos que esta mañana han presentado en rueda de prensa representantes de Ecologistas en Acción, de la FRAVM y de la ADSPM, extraídos de un informe elaborado por la organización ecologista (ver) están extraídos de la información que ofrece la Comunidad de Madrid a partir de su red de estaciones de medición de la contaminación. Estos datos ponen de manifiesto la mala calidad del aire de la región debido, fundamentalmente, al intenso tráfico rodado, responsable hasta del 80% de la contaminación que sufren los ciudadanos de la Comunidad, lo que tiene gravísimas repercusiones sobre su salud.
Según la ley, durante 2009 no se deberían superar los 42 microgramos/metro cúbico (µg/m3) de concentración media anual. Este valor se superó en dos estaciones de la red: Coslada (48 µg/m3) y Getafe (43). Además, la media de las estaciones de la ciudad de Madrid también superó este nivel con 55 µg/m3.
El NO2 afecta a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos, como la respuesta inmunológica, produciendo una merma de la resistencia a las infecciones. Los niños y asmáticos son los más afectados.
La ley establece que no se deben superar más de 35 días al año un determinado nivel de partículas (50 µg/m3). Este límite diario se superó en 7 de las 23 estaciones de la red, siendo las más afectadas Torrejón de Ardoz, con 104 superaciones (el triple de las permitidas), Alcalá de Henares con 73, Leganés (60) y Coslada (55).
Con respecto a la concentración media anual el límite legal de 40 µg/m3 fue superado en Torrejón de Ardoz. Sin embargo la recomendación de la OMS para la concentración media anual, establecida en 20 µg/m3, se superó en 20 de las 23 estaciones de la red, además de en la ciudad de Madrid.
La contaminación por partículas está relacionada con incrementos en la mortalidad total, mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, mortalidad por cáncer de pulmón e ingresos hospitalarios por afecciones respiratorias y cardiovasculares. Estudios sobre efectos a largo plazo han estimado que la exposición a partículas en suspensión de los madrileños pueden reducir su esperanza de vida entre varios meses y dos años.
En definitiva, aunque durante 2009 los índices de contaminación no han sido tan elevados como otros años –gracias a la mayor inestabilidad atmosférica, no a las actuaciones del Gobierno regional–, siguen por encima de los límites legales. En esta situación no ha tenido ninguna influencia la actuación del Gobierno de la Comunidad que en junio de 2005 presentó con varios años de retraso el denominado Plan Azul de mejora de la calidad del aire. Ecologistas en Acción, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid y la FRAVM no consideran este documento un plan serio para conseguir la importante reducción de la contaminación que necesita la región. En primer lugar porque el diagnóstico de partida no reconoce que la Comunidad de Madrid tiene un serio problema de contaminación atmosférica.
Pero el mayor problema es que se evita atacar el meollo de la cuestión: la necesaria reducción del tráfico de automóviles. Por el contrario, las principales políticas de la Administración regional, en especial el Plan de Carreteras 2007-2011, caminan en sentido contrario al planear nuevas infraestructuras viales que promoverán aún más la indiscriminada utilización del automóvil privado. Sin olvidar otras medidas negativas, como el pago del 20% del impuesto de matriculación, que favorece a los vehículos más contaminantes en detrimento de los eficientes, o las fuertes subidas del transporte público.