Tal y como indica la plataforma, después de la malograda y cancelada experiencia de MAD Beach y derivados en el verano de 2021, el Ayuntamiento de nuestra ciudad ha vuelto a la carga con la instalación Árticus durante las pasadas navidades en el recinto ferial de la antigua Feria del Campo. Tras dos años de planificación, y como concesión administrativa del Ayuntamiento de Madrid contraída con la empresa de producciones culturales y espectáculos “Let´s Go”, tiene prevista su celebración durante cuatro años.
No solo los colapsos acaecidos los días 16 y 17 de diciembre superaron todas las previsiones, poniendo en evidencia la falta de planificación y de coordinación del Ayuntamiento y de los organizadores. También se ha puesto en cuestión la viabilidad y sostenibilidad de este tipo de eventos en un parque histórico como es la Casa de Campo, declarado Bien de Interés Cultural, y en una zona específica del mismo como es el antiguo recinto ferial, con unas infraestructuras obsoletas y evidentes carencias en cuanto a movilidad, iluminación y accesibilidad peatonal.
No solo no se han cumplido los objetivos de motor económico, así como de referencia cultural y turística de la ciudad que se pretendían, sino que las pésimas valoraciones en cuanto a la mala gestión de los accesos de la movilidad y a la baja calidad de los contenidos artísticos y de ocio de la misma han sumido a este evento en un estado de irrelevancia y olvido hasta que el día 8 de enero cerró sus puertas.
¿Ha tomado nota esta vez el Ayuntamiento de sus errores a la hora de ceder estos inmensos espacios públicos a empresas privadas?
Desde la Plataforma Salvemos la Casa de Campo, en la que participa la FRAVM, continuamos reclamando el retorno de la explanada de la Puerta del Ángel (MAD Beach, Circo del Sol…) al Área de Medio Ambiente, así como la puesta al servicio de la ciudadanía del Recinto Ferial, con actuaciones y actividades acordes con la preservación de los numerosos elementos históricos del lugar y con los usos previstos en la declaración de Bien de Interés Cultural de 2010 de toda la Casa de Campo y no a la concesión sistemática de su superficie a eventos que no tendrían cabida en ningún otro parque histórico de la capital.