La Comunidad de Madrid tiene previsto talar buena parte de los árboles de la calle Áncora como consecuencia de las obras de ampliación de la línea 11 de Metro, siguiendo la estela que inició con la arboleda de Arganzuela, epicentro de la reacción popular y movimiento inspirador de esta ola vecinal de protesta.
Bajo el lema “Metro sí, pero no así”, los vecinos y vecinas de Áncora contaron con el apoyo de comerciantes y asociaciones de la zona, como el colectivo #Yodefiendoestearbol que se encuentra detrás de la movilización contra las talas de los parques de Arganzuela y Comillas, producto también del plan de expansión de la línea 11.
La manifestación recorrió la calle Áncora entre gritos y cánticos, con bandas de música y vecinos de todas las edades y condiciones. En el Jardín de Palestina, al final de la marcha, los convocantes leyeron un manifiesto en el que exigen la búsqueda de alternativas a la tala del arbolado y a la utilización de la calle como salida de los camiones que descargarán las miles de toneladas de tierra que excave la tuneladora del Metro. “La obra tiene una duración prevista de varios años, lo que, en opinión del pequeño comercio, significaría la ruina de todos ellos. Aunque el Ayuntamiento y la Comunidad lo niegan, existe también un miedo fundado entre el vecindario de que se repitan los problemas de grietas en los edificios de viviendas”, sostiene la plataforma Salvemos Nuestros Parques.
Por ello, las y los afectados de Áncora reivindican, entre otras cosas, “que paren las obras de inmediato; que la salida de obras prevista en la calle Áncora se haga en pozo vertical, con el objetivo de salvar los árboles, las aceras, la seguridad de los edificios y los negocios de la calle; y que, en Madrid Río, saquen fuera del parque la estación y vuelvan a ponerla en el paseo de Yeserías, donde estaba prevista”.
Tal y como narra la citada plataforma, “se respiró un ambiente de alegría y euforia entre los participantes, ya que este es un movimiento joven: se enteraron del desastre hace tres/cuatro semanas, y este primer acto lo calificaron de éxito. Y avisan: “no vamos a dejar de salir a la calle a defender nuestro derecho a disfrutar de nuestro barrio, de nuestra calle y de nuestros árboles”, ya que como plasmó un artista del barrio en la pared de una tienda de la calle Áncora: “Mis raíces son las tuyas”.
Medio millar de personas marchan en defensa del Calero
Al día siguiente, domingo 18, unos 500 vecinos y vecinas volvieron a salir a las calles del barrio de La Concepción (Ciudad Lineal) convocados por la plataforma vecinal Salvemos el Calero (que forma parte de Savemos Nuestros Parques) Esta vez, la protesta mostró la negativa a aceptar que el parque del Calero, de casi 7 Ha, se haya pavimentado con diferentes áridos (zahorra) y adoquines en casi un 70% de su superficie y haya perdido más de 70 árboles. Amenizada por las chicas de la batucada Marakanai, la marcha contó con el apoyo de un buen número de asociaciones vecinales, ecologistas, AMPA y con la presencia de representantes de distintos grupos políticos de la ciudad.
En el acto se reivindicó un aumento del arbolado, ya que la pérdida de masa arbórea en el parque es una constante en los últimos años, y por supuesto, una mejor dotación de servicios y áreas de recreo para el vecindario. “Menos pavimento y más mantenimiento” fue el lema más coreado y que movilizó a la vecindad desde el primer momento.
Al finalizar, en una de las explanadas “que antes era de tierra y ahora es de zahorra mezclada con cal”, se leyó el manifiesto “Hablan los parques” y se dio voz a distintos movimientos participantes en las marchas: Mesa del Árbol de Carabanchel, Vecinas Corniseras, Salvemos Monte Gancedo, Parque Sinfonía-No al cantón, Vecinas y Vecinos de Palos de la Frontera y Delicias y del Distrito de Arganzuela (Calle Áncora), Movimiento No a la tala. También participó Máximo Florín, profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Ciudad Real que, de forma didáctica, explicó los graves perjuicios que ocasiona la utilización de este tipo de pavimentos y los motivos, fundamentalmente económicos que llevan a nuestras autoridades a llevar a cabo estos proyectos.
Recordemos que en La Concepción, la vecindad lleva protestando con actos mensuales desde el mes de febrero, cuando se convocó la primera concentración. En abril, la plataforma Salvemos el Calero celebró el llamado “Cementierro”, una divertida escenificación del entierro del parque que tuvo una amplia aceptación vecinal.