La tala de más de 90 árboles se produjo el pasado mes de febrero a solicitud de la empresa Ingesport, propietaria de la cadena de gimnasios GoFit y gestora de centros deportivos del Ayuntamiento como Vallehermoso. La arboleda se encontraba en una parcela de la congregación religiosa San Vicente de Paúl donde Ingesport quiere levantar este gimnasio, aunque el proyecto se encuentra paralizado por la Comunidad de Madrid, pendiente de que los promotores atiendan a los requerimientos de la Dirección General de Patrimonio. El proyecto inicial condenaba a la piqueta edificios históricos con más de 150 años de antigüedad en un terreno bajo el que se esconden las bodegas del antiguo pueblo de Hortaleza.
A pesar de no contar todavía con licencia de construcción, Ingesport justificó la tala de todos los árboles de la parcela, entre los que había cipreses, almendros, higueras, pinos, olivos y diversos ejemplares de frutales como nísperos, albaricoqueros o granados, por estar “afectados por obras”, como indicó la empresa en la solicitud presentada en el Ayuntamiento. Este miércoles 17 de junio, el PSOE pedirá en el Pleno de Hortaleza la “paralización inmediata de cualquier actuación, intervención” hasta que los promotores del gimnasio obtengan, “si finalmente se da el caso, la autorización pertinente por parte de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid y la posterior licencia de obra”.
Proyecto opaco y polémico
La congregación de los Paúles lleva años intentando hacer negocio con esta parcela adquirida en 1896, donde hay edificios anteriores a 1850 que en los últimos años tenían un uso parroquial y albergaban las actividades de Cáritas. El proyecto del gimnasio se encontró siempre la oposición de la Comisión de Protección del Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Madrid, porque dos de los edificios estaban protegidos por su antigüedad. Sin embargo, el 22 de mayo de 2015, solo dos días antes de las elecciones municipales que provocaron un cambio en la alcaldía, la comisión dio luz verde al proyecto, eliminando la protección estructural de estos edificios decimonónicos.
Un año después, el 25 de mayo de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó, con los votos de Ahora Madrid y Partido Popular, el denominado Plan Especial de los Paúles, que permitía derribar una decena de edificios en el corazón del antiguo pueblo de Hortaleza para levantar un macrogimnasio con 300 plazas de garaje a apenas cinco metros de la iglesia neomudéjar de Hortaleza.
La aprobación de este plan, desconocido entre el vecindario de Hortaleza, provocó el inmediato rechazo en el barrio, donde se creó la Plataforma en Defensa del Casco Antiguo de Hortaleza para impedir esta “agresión irreparable” al patrimonio. Junto a la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), alertó sobre el proyecto a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, que intervino en diciembre de 2016 solicitando al Ayuntamiento la paralización cautelar de cualquier tipo de licencia para evitar “daños irreversibles” en el patrimonio arquitectónico y arqueológico de Hortaleza. En todo este tiempo, la plataforma barrial ha contado con el apoyo de la FRAVM.
Cuatro años después, el proyecto definitivo del gimnasio sigue siendo una incógnita por la opacidad de Ingesport y los Padres Paúles. La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid remitió a los promotores una serie de requerimientos que suponen modificar el proyecto inicial. Entre ellos, recuperar las bodegas subterráneas o preservar los jardines donde se han producido las talas de árboles, así como las fachadas de los edificios del siglo XIX de la plaza de la Iglesia.