La FLAVL recuerda que Leganés tiene un Plan Director de Gasolineras de 1998 incorporado al Plan General “que regula que este tipo de establecimientos sólo se pueden instalar en vías de circunvalación, alejadas del casco urbano, de las viviendas, por la peligrosidad que entrañan, entre otros requisitos”. Y las autorizaciones vienen reguladas como concesiones administrativas, es decir, por un precio del suelo más un canon por beneficio del negocio (venta de combustible). Esto “quiere decir dos cosas: tenemos unas normas locales que, por un lado, protegen el riesgo de los vecinos y, por otro, suponen ingresos para la ciudad”.
La entidad asegura, además, que el consistorio acordó que “había que negociar con los propietarios de las tres gasolineras instaladas en el casco su traslado a zonas periféricas de la ciudad”.
La realidad es que no solo no se ha llegado a negociar el traslado de esos tres establecimientos sino que, con la “aprobación de una ley del PP que liberaba la instalación de este tipo de establecimientos (como si estuviéramos hablando de una boutique del pan o similar, cuando estamos ante infraestructuras peligrosas), en base a la competencia en el mercado, se permite modificar los Planes Generales de Ordenación Urbana” para que puedan instalarse en centros comerciales “sin computar suelo”. Aunque esta ley ha sido tumbada por el Tribunal Constitucional porque las competencias en materia urbanística corresponden a las comunidades autónomas, siguen llegando solicitudes de instalación de gasolineras en el municipio. En concreto, la federación vecinal hace referencia a once solicitudes, que “hasta el momento habían sido desatendidas porque no se acogían a la normativa local, y cuyos solicitantes, incluso, habían perdido sentencias tras reclamar ante la justicia”.
A tenor de las asociaciones vecinales, Leganés no necesita más surtidores. “No ha crecido el número de vehículos en la ciudad, según los datos del propio Ayuntamiento de Leganés, ni se ha incrementado la circulación por las vías de la ciudad y circunvalaciones, según datos de Tráfico de la Comunidad de Madrid. ¿Qué sentido tiene incrementar este tipo de negocios que son peligrosos y nocivos?” se preguntan.
Por otro lado, “cuando estamos ante el desarrollo de energías alternativas -energías no fósiles-, aquí se apuesta por negocios de energías fósiles. Y todos sabemos que, si no hay marcha atrás, en unos años los vehículos dejarán de consumir este tipo de energía. ¿Y entonces qué señores? Tendremos una ciudad ocupada por importantes extensiones abandonadas por su territorio. ¿Es ese su plan? ¿O tienen otros planes? ¿O es que ni siquiera tienen planes y están en el carpe diem, vivir el momento?” espeta la federación al Gobierno local, al que insta a “que antes de la concesión de cualquier nueva gasolinera, se cree una mesa donde se abra el debate y se puedan llegar a acuerdos de modelo de ciudad, tal y como nos dijo el alcalde, Santiago Llorente, en la reunión que mantuvimos con él nada más ocupar su puesto como alcalde. Porque si no es así, nos obligarán a movilizarnos contra este modelo de ciudad que no es el que queremos para las futuras generaciones”, concluye la organización vecinal en su nota.