El próximo viernes 15 de marzo, organizaciones de diversa índole —vecinales, ecologistas, sindicales y académicas— saldrán a las calles de París, Bruselas, Frankfurt, Amsterdam, Londres, Madrid y Palma de Mallorca para reclamar a sus gobiernos y a la UE acciones concretas para limitar y reducir el creciente tráfico aéreo. Estas ciudades, algunas de las cuales albergan los aeropuertos más grandes y transitados de Europa, sufren las graves afecciones —contaminación del aire y ruido, entre otras— producidas por los miles de aviones que sobrevuelan a diario a millones de personas en el continente.
En Madrid, la Plataforma contra la ampliación de Barajas ha convocado una concentración en la explanada que se encuentra frente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para reclamar al Gobierno la paralización de las ampliaciones de aeropuertos previstas, así como la adopción de una hoja de ruta para reducir los impactos del transporte aéreo que incluya el establecimiento de límites a las operaciones y emisiones de aquellos, tal y como se está empezando a hacer en otros Estados miembro de la Unión. La protesta tendrá lugar en los jardines de Nuevos Ministerios que se encuentran a la altura del Paseo de la Castellana, 67.
Cabe recordar que cerca de 733.000 personas viven a menos de cinco kilómetros de los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Palma, infraestructuras para las que están previstas importantes ampliaciones de capacidad en los próximos años. Y si ampliamos el radio hasta los 20 km (zona en la que la concentración de partículas en suspensión procedentes de los motores sigue siendo muy elevada), la población afectada asciende hasta casi 7,5 millones.