El pasado viernes culminó la semana mundial de acción por el clima con movilizaciones y manifestaciones multitudinarias en más de un centenar de municipios de la geografía española. A lo largo de ese día centenares de miles de personas se sumaron a la Huelga Mundial por el Clima en un grito compartido para exigir acciones efectivas ante la emergencia climática. A su vez, se convocó una huelga general laboral en Aragón, Canarias, Euskadi y Navarra, así como una huelga estudiantil en todo el Estado y en el ámbito educativo en Andalucía. Un llamamiento que se amplió a una huelga de consumo, concentraciones y asambleas de trabajadores y trabajadoras y cierres de organizaciones y empresas.
Ese día por la mañana, las oficinas de la FRAVM cerraron durante dos horas, momento que fue aprovechado para celebrar un debate sobre consumo responsable y gestión de residuos. Por la tarde, las asociaciones vecinales federadas marcharon en la manifestación en un bloque específico de #BarriosPorElClima, una consigna que sirvió para identificar y agrupar propuestas vecinales durante la semana de lucha. Los días previos a la marcha, un buen número de entidades de la FRAVM impulsó la semana de lucha con actos y la publicación en redes sociales de imágenes y vídeos con ese lema.
La clase política debe tomar ejemplo
Después de miles de convocatorias en todo el mundo y millones de personas reclamando medidas reales para avanzar hacia un modelo de cero emisiones, está claro el compromiso de la ciudadanía ante la crisis climática. La sociedad está escuchando a la ciencia y es consciente de la gravedad de la situación. En estas circunstancias la clase política debe tomar ejemplo, redoblar esfuerzos y establecer límites y objetivos vinculantes para enfrentar la crisis climática.
Tras la cumbre por la acción climática celebrada a principios de la semana pasada en Nueva York, las declaraciones de muchos responsables políticos señalaban la necesidad de pasar de los discursos a la acción. Sin embargo, la realidad es que la comunidad internacional no ha presentado ninguna medida concreta en este sentido, de forma que sigue sin cerrarse la brecha existente entre los compromisos de reducciones de emisiones y las indicaciones científicas para cumplir el Acuerdo de París. Una brecha que condena al planeta a un calentamiento global superior a 3,5 ºC con catastróficas consecuencias, especialmente en las regiones mediterráneas.
En el caso del Estado español el compromiso climático sigue sin ser suficiente. Asumir el estado de emergencia implica redirigir todas las herramientas del estado para alcanzar reducciones de gases de efecto invernadero en consonancia con los escenarios planteados por la comunidad científica. Apenas quedan 11 años para actuar, los compromisos presentados en 2020 no serán revisados hasta 2025, cuando puede ser ya demasiado tarde.
Las organizaciones convocantes de la manifestación del día 27, entre las que se encuentra la FRAVM y la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales, muestran su firme voluntad para que esta movilización histórica sea un proceso de reflexión para toda la ciudadanía ante la temeraria inacción de gobiernos y empresas. En los próximos meses se redoblarán esfuerzos que permitan articular una respuesta común a todos los niveles para afrontar la protección del planeta, del presente y del futuro.
Entre estas acciones comienza la recogida de firmas para promover una Iniciativa Ciudadana Europea (ECI por sus siglas en inglés) “Acciones de emergencia climática” con el objetivo de impulsar que tanto la Unión Europea como todos sus países miembros fijen objetivos más ambiciosos respecto a la crisis climática. Esta iniciativa ha sido impulsada por Fridays For Future Europa en colaboración con Lawyers For Future con el objetivo de que sea debatida en las instituciones europeas. Puede firmarse en: https://eci.fridaysforfuture.org/es.